Por: Arturo Alvarez del Castillo
Un fenómeno muy especial se registra en el fútbol mexicano: la intervención de promotores voraces que representan a jugadores, entrenadores y preparadores físicos. Además, organizan giras de equipos y de la selección nacional.
No es nuevo este asunto, en nuestro medio se viene manejando desde hace unas tres décadas, pero en los últimos años se ha incrementado porque la mayoría de futbolistas, sobre todo los de buen nivel, los que se sienten estrellas, tienen un manager que les hace el trabajo de renovación de contrato con su club o la transferencia a otro equipo sea nacional o extranjero. Se olvidan ya de este engorroso trámite.
El tema sale a la luz por la inquietud de Memo Ochoa, guardameta del América, que trata de emigrar la Premier Liga de Inglaterra con el Fulham, equipo al que visitó la semana pasada.
Y se dice que ya hay tratos para su contratación. Es un deseo que trae en mente el jugador desde el pasado mundial de Sudáfrica en donde esperaba lucirse para que lo vieran entrenadores europeos y se facilitara su contratación, pero el Vasco lo dejó en la banca y metió al Conejo Pérez.
Era el plan del apoderado de Memo un tal Jorge Berlanga que todo lo echó a perder por su insolente actitud de ver jugar al portero, lo mismo que Andrés Guardado, otro de sus representados. Javier Aguirre no cayó en la trampa y los mando a volar, sin importar que esto perjudicaba a la selección.
Son varios representantes de futbolistas que se mueven en nuestro medio, pero los más conocidos son Carlos Hurtado, Guillermo Lara, Jorge Berlanga y la “Pulga” Ordiales, entre otros. Ganan millonadas con el manejo de jugadores y entrenadores en complicidad con directivos de clubes y hasta de la Federación Mexicana de Futbol.
Un caso muy marcado acaba de ocurrir con el nombramiento de los auxiliares del Chepo de la Torre en la Selección Nacional: Luis Fernando Tena, Salvador Reyes y Yayo de la Torre, los tres pertenecen al grupo de Hurtado y fueron aceptados sin chistar por los federativos. ¿Cuál es el negocio? Promover jugadores para venderlos más caros.
Dicen que esos mencionados personajes, los promotores, son un mal necesario para el futbol, sin embargo, se manejan en la sombra, no dan la cara, casi no aparecen, quizá porque evaden impuestos. Ya lo mencionamos, ganan carretadas de dinero, cobran un porcentaje por cada jugador que colocan en los clubes, mexicano o extranjero. En el negocio participan los entrenadores y directivos porque se llevan una tajada del negocio.
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