No solamente se cuenta la historia del “Coloso de mármol” y del Instituto Nacional de Bellas Artes, sino también una parte importante de la historia de los mexicanos y del paso de arte por la ciudad de México y del país, que es lo que verdaderamente celebramos. Así lo expresó la directora general del INBA, Teresa Vicencio Álvarez, al hacer la presentación del libro El Palacio de Bellas Artes.
La Sala Manuel M. Ponce del PBA se vistió de gala para esta ocasión, en la que se presentó esta edición facsimilar que da cuenta del largo proceso de construcción de lo que ahora es la máxima casa de la cultura de México, hasta su inauguración, es decir, del 1904 al 1934.
Al final del acto, Teresa Vicencio, directora general del INBA, agradeció a Santos Vergara Badillo y a Rafael Peláez Flores, porque “fueron ellos quienes se aproximaron al INBA con un ejemplar El Palacio de Bellas Artes, álbum histórico 1904-1934”, lo que permitió realizar la edición facsimilar presentada.
Tras la presentación oficial, Rodolfo Obregón, director del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli del INBA, señaló que el libro Palacio de Bellas Artes es un álbum histórico y una grata forma de volver a colocarlo en la conversación sobre nuestra vida cultural.
Muchos de los libros posteriores sobre el PBA aprovecharon y dieron a conocer los datos contenidos en este documento que, visto a la distancia, revela aspectos significativos de la vida social y cultural del país de la primera mitad del siglo XX.
Cuando decidimos hacer la edición facsimilar de este libro, nos pareció muy interesante que ese mismo peso, visto a la luz de las décadas, es la presencia de las casas comerciales, una interacción que queda documentada desde la inauguración de Palacio y su particular relación del sector privado, aseveró Obregón.
Por su parte, el comunicólogo Bruno Newman, realizó un ameno y al mismo tiempo exhaustivo análisis iconográfico de los anuncios publicitarios contenidos en El Palacio de Bellas Artes, álbum histórico 1904-1934, publicación realizada hace 76 años que a través de su contenido da cuenta del México post revolucionario, con 16 millones de habitantes, “un México más sencillo, más abierto, donde las cosas eran más claras”.
La inclusión de esos anuncios muestra la intensa relación que el Estado mexicano ha mantenido, a través del Palacio de Bellas Artes con la actividad empresarial, comercial, de comunicaciones y entretenimiento de la ciudad de México y, por extensión, del país todo.
Las imágenes de este álbum reafirman la vinculación original del espacio arquitectónico con el proyecto urbanístico que miraba con enorme optimismo hacia su crecimiento y modernización, sin poder imaginar siquiera los costos que esto le acarrearía.
En el libro también se explicitan los costos, las modificaciones y los no pocos problemas que retrasaron la construcción del Palacio de Bellas Artes, esto no como una forma de aclaración ante un reclamo público sino en la mutua convicción de sociedad y Estado de que el gasto en las acciones y la infraestructura cultural no sólo es necesario y útil, sino que es un gesto que enaltece a quien lo realiza tanto como a quienes disfrutan directa o indirectamente de sus resultados.
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