Ante el creciente movimiento por regresar a las modas y tradiciones de décadas pasadas, las personas cada día van cambiando su forma y estilo de vida para adaptarse a los nuevos métodos de supervivencia.
El consumidor ha cambiado y cada vez está adoptando formas de vida e interacciones más conscientes, acciones que le brinden beneficios que impacten en su vida y en su entorno.
Los nuevos consumidores buscan el bien común, así como fomentar el crecimiento de empresas y emprendimientos que viven bajo estos valores. Respondiendo a este objetivo, realizan acciones, tienen preferencias y han identificado factores clave para llegar a un equilibrio.
Uno de los principales factores es la alimentación, ya que impacta de manera biológica y psicológica al consumidor y es uno de los principales motores económicos y sociales en el mundo.
En pleno siglo XXI los consumidores se han vuelto más exigentes a la hora de ingerir alimentos pues no sólo piden seguridad y calidad, prefieren alimentos obtenidos a través de procesos de producción y cultivo responsables que les permitan tener una mejor calidad de vida.
Una de las principales preocupaciones del consumidor es tomar decisiones de consumo que no impacten negativamente en su entorno. La sostenibilidad y la reducción del sobrante de ingredientes, así como la medición correcta de insumos necesarios para preparar porciones están impulsando un cambio en la industria alimentaria. P.E. Los establecimientos que compran sus insumos el mismo día basados en su demanda habitual y terminan con ellos al final de la jornada, son altamente valorados por el consumidor de hoy. Así mismo, los consumidores buscarán comprar solo lo necesario para su consumo.
Como ha venido sucediendo durante los últimos años, los alimentos serán más valorados por su contenido nutrimental y por los efectos que tienen en el cuerpo de quienes los consumen, por lo tanto, los alimentos naturales, orgánicos, veganos, artesanales y Non GMO serán los protagonistas de la industria.
El ritmo agitado de vida, ha llevado a los consumidores a elegir productos que promuevan la relajación, la digestión y que sean fáciles de consumir. Respondiendo la necesidad de practicidad, las empresas han desarrollado productos innovadores, deliciosos y nutritivos que le permiten al consumidor estar en armonía con su cuerpo, su entorno y que se adaptan a su ritmo de vida. Por ejemplo jugos prensados en frío, barras, cereales, entre otros.
La preferencia por los alimentos naturales, simples y flexibles impulsará el crecimiento de las dietas vegetarianas y veganas, abriendo paso a los productos que usanfrutas, verduras y granos como ingredientes clave para incrementar los valores nutricionales del producto.
En el próximo año las redes sociales juegan, de nuevo, un papel protagonista en este cambio de hábitos de consumo, ya que a través de ellas el consumidor comparte su estilo de vida y experiencia de alimentación con fotografías, videos, reseñas, recetas y recomendaciones. Además de predecir un crecimiento en este tipo de contenido en Instagram, Snapchat y Facebook, aparecerán nuevas herramientas y redes exclusivas para compartir experiencias gastronómicas.
El estudio realizado por MITEL indica que los consumidores rechazan abiertamente los productos sintéticos, con porcentajes altos de azúcar y grasas trans, así como procesos de producción poco conscientes.
Kashi es una marca de alimentos basados en plantas que ofrece una alimentación innovadora y avanzada a través de un portafolio de barras y cereales basados en plantas con certificación Non GMO y opciones orgánicas. La marca nacida en La Jolla California, genera un impacto social importante al incluir en sus productos granos, semillas, leguminosas y nueces cultivadas por pequeños productores que han crecido a lo largo más de 30 años junto con la empresa y a los que se les apoya en su transición hacia cultivos orgánicos. Cada producto de Kashi está diseñado específicamente para ofrecer beneficios nutricionales y mejorar la vida de los consumidores.
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