Urbe 2011

Por: José Manuel López Castro, Luis E, Velasco Yépez

Cuando la administración de Salinas de Gortari anunció el programa Agricultura por Contrato, muchos líderes políticos se le lanzaron a la yugular. Pensaban que era otro paso más en la entrega del agro a las transnacionales. El programa es muy simple. Ata la producción a la comercialización de los productos, bajo las premisas de que los agricultores son buenos productores, tal como se comprueba en EU y Canadá, y que de muy poco servía que se levantaran cosechas excelentes si no tenían mercado. Esta situación ocasionaba que se saturaran los mercados y los productores se quedaran con sus cosechas o las malbarataban. Ahora desde la siembra misma se tiene vendida la cosechas mediante precios bases que, más tarde, se revisan.

Es el caso de maíz, cuya producción para consumo humano se garantiza para este año, según informó la Secretaría de Agricultura (SAGARPA), al señalar que el esquema Agricultura por Contrato garantiza el abasto de maíz para consumo humano en 2011. Estos contratos permiten al productor tener un ingreso “piso” y al comprador un precio “techo” competitivo. El director en jefe de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA), Manuel Martínez de Leo, explicó que, a la fecha, se tienen registrados 218 contratos de compraventa con un volumen de 4 millones 251 mil 151 toneladas, a un precio promedio de 3 mil 97 pesos la tonelada. Esta cosecha procede de Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Baja California.

Dicho esquema permite tener un efecto considerable a la baja en los costos de la tonelada de maíz al comprador en las zonas de consumo, respecto al precio del grano en el mercado libre, situación que repercute favorablemente en los costos de producción de la tortilla. Al 15 de marzo próximo se espera registrar unos 6.5 millones de toneladas de maíz blanco. Los requerimientos del grano promedian 7 millones de toneladas anuales.

Hojeando el último estudio medioambiental de la CCA denominado Mosaico de América del Norte: Un Informe del Estado del Medio Ambiente, se establece que en 90 por ciento de los Canadá y Estados Unidos posee automóvil, mientras que en México solamente el 30 por ciento. Asegura que en los últimos 25 años en Canadá, la población aumentó 50 por ciento, pero el número de automóviles se duplicó. Esto es un fiel reflejo de lo que ahí y en Estados Unidos pasa. En esos países, dice, 80 por ciento de los viajes-hombre se hacen en automóviles particulares. Por esta razón, es emisiones contaminantes de los autos se incrementó 50 por ciento, las de la generación de electricidad y de las refinerías crecieron 60 por ciento, mientras que las que se producen por consumo de energía en la industria disminuyeron 30 por ciento. También se destaca que las emisiones de CO2 en América del Norte, incluyendo las de México, Canadá y Estados Unidos suman 8,500 millones de toneladas.

Otro aspecto que se destaca mucho es que 80 por ciento de la población de Norteamérica ya es urbana. Por esta razón es que entre 1997 y 2001, en Estados Unidos se urbanizaron 3 millones 640 mil hectáreas; en México, 100 mil hectáreas, del 1993 al 2000; de Canadá no se citan cifras. Otras diferencias que llaman poderosamente la atención es que mientras en México, la tierra dedica a la agricultura crece 35 por ciento por año, en Estados Unidos y Canadá disminuye 1 por ciento. Asimismo se hace la comparación de que en la última década en México por lo menos se perdió 5 millones de de hectáreas bosques.

Es decir que en México hay una deforestación anual del 1.14 por ciento, en Canadá y Estados Unidos la superficie boscosa se incrementa anualmente en 1 y 1.5 por ciento, respectivamente. Respecto a la erosión, se indica que México pierde por esta causa, 200 mil hectáreas al año. También se explica que 37 por ciento de la superficie nacional se encuentra afectada por la erosión hídrica y 15 por ciento del suelo mexicano, por erosión eólica. Pero lo que pone los pelos de punta es que se prevé que en un futuro no lejano y a causa del calentamiento climático, 48 por ciento de México, porte del norte y centro del país, serán afectadas por la desertificación. De Canadá y Estados Unidos no se dice nada al respecto, será porque tienen 20 y 10 veces más agua que México.

TRANSPORTE MODERNO, REALIDAD.

La novedad no es que sean autobuses, sino que esos 8 camiones de pasajeros que comenzaron a circular la semana pasada en Londres es que están movidos por hidrógeno. Otra novedad es que la tecnología avanzada de esos autobuses permitirá incrementar casi al doble la eficiencia del hidrógeno. Es decir que con una carga, podrán movilizarse por 19 horas. Las demostraciones previas solamente duraban 10 horas. Una vez que se comprueben las noblezas del combustible y de la nueva tecnología, todo el transporte sería transformado de gasolina y diesel a hidrógeno. Hay que recordar que allá por el año 2000, la ONU llamó a cambiar el transporte público de pasajeros movido por combustible fósil por el de hidrógeno. En ese plan estaban las más grandes, modernas, ricas e importantes ciudades del orbe, sin embargo, el tiempo pasó y no sucedió nada, hasta ahora que Londres lo anuncia. Ojalá que el “Carnal” introduzca algunas de estas unidades en el DF, que haga algo bueno, antes de irse a buscar su pase para vivir en Los Pinos.

CULTURA DEL RECICLAJE.

Una obra de teatro, breve, forma parte de la campaña que lleva a cabo la Asociación Nacional de la Industria del Plástico en escuelas primaria de 5 entidades federativas para demostrar vívidamente la importancia que tiene la reutilización, reducción y reciclaje de este material. Según la ANIPAC, en los países ricos del primer mundo se recicla el 100 por ciento del plástico, el promedio mundial es del 25 por ciento y esta labor en México a penas alcanza el 15 por ciento, por lo que es muy conveniente incrementar porcentaje.