Para mejorar la gestión del agua en los países se requiere de una premisa esencial que es ubicar el vital líquido como un derecho humano y no como una mercancía, coincidieron expertos reunidos en la IV edición de las Jornadas de Arquitectura, Tecnología y Diseño al Servicio del Agua y la Sociedad, evento organizado por la fundación We Are Water.
A su vez, el Director de Project Manager de We Are Water Foundation Carlos Garriga, hizo una reseña de las ponencias de los presentes, -representantes de organismos públicos y privados-, quienes coincidieron en que existen organismos y secretarías que gestionan el agua; y otras (dependencias) los recursos forestales, pero de manera separada y sin vinculación. Siendo el problema que no se visualiza que los bosques son productores de agua, el derecho al agua debe estar basado en la calidad, accesibilidad, disponibilidad, equidad y asequibilidad.
«Agua como derecho humano, no como mercancía. Y es que éste se relaciona con otros derechos: a la salud, la vida, la educación, la vivienda digna, entre otros», recalcó.
Por su parte, Emiliano Rodríguez Briceño, gerente de Fortalecimiento y organismos Operadores de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) del gobierno mexicano, resalta que en el país hay una distribución inequitativa del líquido. Mientras que el norte y el centro cuentan con 32% de este recurso (donde habita 77% de la población), en el sureste está el otro 68% (con 23% de la población).
En el país 10.8 millones de personas no cuentan con este servicio y la cobertura general aumentó de 91 a 94.4% en los últimos cuatro años.
A nivel global, México se encuentra en el lugar número 94 en disponibilidad del vital líquido. Entre las sugerencias de Rodríguez Briceño para una mejor gestión están «impulsar reformas constitucionales, a tratados internacionales sobre derechos humanos y a la legislación vigente en torno al agua. Además, lograr una corresponsabilidad entre gobierno y sociedad, y un marco legal que fortalezca los servicios y eleve su nivel de calidad».
Sin embargo, declaró que se debe «plantear una nueva legislación en torno al agua podría ser más complicado que las reformas de Estado realizadas en este sexenio, esto debido a los usos y costumbres tan arraigados, así como la autonomía de los organismos operadores».
En cuanto al saneamiento, la disparidad en el país va de una cubertura de 90% en entidades como Nuevo León, Baja California y Aguascalientes, a 7% en Yucatán y 3% en Campeche, refiere Jalomo Aguirre.
Cabe mencionar que la Organización de las Naciones Unidas ha informado que para el año 2050, 7,000 millones de personas que viven en 60 países sufrirán escasez de agua.
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