Diversas organizaciones civiles, ambientales, rurales y campesinas urgieron a la Federación y el Senado abran las investigaciones correspondientes ante la reciente evidencia de que México es uno de los países que más importa madera ilegal procedente de la amazonía peruana, señalaron el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red MOCAF) y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
En el reporte “El Momento de la Verdad” dado a conocer la semana pasada por la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), documenta que, en años recientes, un volumen muy considerable de madera de procedencia ilícita, del norte amazónico peruano, ha sido transportada a través de embarcaciones como el navío Yacu Kallpa hacia Estados Unidos, México y República Dominicana.
Las investigaciones de los organismos de supervisión peruanos descubrieron que, en ese lapso, entre el 91 y 96 % de la madera transportada en esa embarcación era de origen ilegal. En el reporte se señala que aun cuando ha habido evidencia concluyente del origen ilegal de embarques de madera importada, ha sido liberada por la Administración General de Aduanas del SAT, al parecer por vacíos legales que no obligan al gobierno mexicano a verificar la legal procedencia y a actuar solo ‘de buena fe’, lo cual naturalmente es aprovechado por los traficantes de madera.
También en el reporte se señala que las presiones para que el gobierno de México libere la madera incautada vienen tanto de algunos funcionarios del gobierno peruano como de las empresas exportadoras e importadoras de Perú y México.
En coincidencia con la detención temporal del Yacu Kallpa en el puerto mexicano de Tampico, el 2 de marzo de 2016, en medios de comunicación se dio a conocer declaraciones de Jorge Almada, Presidente en turno de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de Productos Forestales (IMEXFOR) en el sentido de que la carga por 3.5 millones de pies tabla representaba el consumo de mes y medio de muebleros, arquitectos, diseñadores y artesanos mexicanos.
Al respecto, señalamos que el reporte de EIA y las propias revelaciones de la IMEXFOR apuntan a lo siguiente: se confirman las estimaciones de SEMARNAT y PROFEPA de que una buena parte del volumen de madera que se consume en México es ilegal y de que sería procedente tanto de territorio nacional como de otros países como es el caso de Perú.
Es muy preocupante que el mercado mexicano esté consumiendo sistemáticamente madera de procedencia ilegal y contribuyendo a la destrucción de los bosques del planeta, en particular de la selva amazónica, considerada el mayor pulmón del mundo, ya muy asediada por diferentes “motores” de deforestación. Al ser los bosques y selvas los mayores sumideros de carbono, el consumo de madera ilegal en México estaría contribuyendo a la emisión de GEI y por lo tanto al Cambio Climático, declararon las ONgs.
Se detalló que la legislación y normatividad en México requieren ser revisadas de inmediato para incorporar aquellas disposiciones que impidan que México siga siendo destino de importaciones de madera ilegal, para ello es fundamental que los Senadores abran la discusión sobre la nueva Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
Además que la autoridad ambiental, a través de la PROFEPA, debe lograr un compromiso formal de los socios de la IMEXFOR de garantizar de manera fehaciente y documentada, que sus operaciones sean sólo con madera de legal procedencia, más allá de la buena fe.
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