POR: Rafael Cienfuegos Calderón
Principal combustible utilizado en más del 70 por ciento de los hogares mexicanos, el gas LP registra uno de los mayores incrementos desde el inicio de 2018, ya que el tanque de 20 kilogramos se vende en 391 pesos, 24 por ciento más que en el primer mes del año anterior, cuando costaba 315.5 pesos en promedio, por lo que el consumo de este energético representa un gasto significativo para las familias.
Lo anterior se debe, por una parte, a que igual que ocurre con las gasolinas y el diesel la liberación del precio del gas está siendo aprovechada por los distribuidores que con el argumento de que tienen que cubrir los gastos de operatividad, definen e incrementan el precio al consumidor a su arbitrio.
Por otra parte, la existencia de grupos monopólicos es un obstáculo para regular el libre mercado del gas doméstico, pues de acuerdo a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) existen alrededor de mil plantas de distribución, pero seis o siete grupos controlar el 60 por ciento del mercado.
Con base en estos argumentos, el diputado Felipe Reyes Álvarez (PRD) planteó a través de un punto de acuerdo que la Secretaría de Energía y la CRE den a conocer qué medidas e instrumentos hay para generar un mercado competitivo de venta final del gas licuado de petróleo (gas LP).
Propone también que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realice con más frecuencia la supervisión y los operativos de revisión del precio del gas, a efecto de defender a los consumidores de los abusos y proteger la economía de las familias.
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