México es el país con mayor diversidad de agave en todo el mundo. De un total de 210 especies, el país tiene 159 (75%). El agave es una planta muy conocida en el país, y que forma parte de la cultura, los caminos y como planta de ornato. El agave es el espíritu para la elaboración del mezcal, sobre todo en el estado de Oaxaca, lugar donde se produce el 80% de esta bebida en México.
El agave más utilizado para la elaboración del mezcal de Oaxaca es el espadín (Agave angustifolia) , ya que madura entre los cinco y nueve años dependiendo de la tierra en la que fue plantado. Es fácilmente cultivable y el más noble de los agaves, ya que da como resultado un mezcal suave al paladar, ampliamente difundido. El nombre Angustifolia proviene “Angusti”, estrecho, y esto se debe a que sus hojas son largas y estrechas. Este nombre fue dado por el botánico inglés Adrian Hardy Haworth.
Desde hace más de 80 años, la legendaria marca de mezcal Oro de Oaxaca cultiva y utiliza agave espadín para su creación. El producto final es el resultado del espadín cocido a fuego lento debajo de la tierra durante noches y días, un proceso de fermentación y técnicas de destilación que le dan un sabor y toque únicos.
En presentación de 750 ml con gusano, es una bebida espirituosa elaborada a través de procesos artesanales, 100% agave y una graduación alcohólica de 38%. Posee un tono único con matices en color ámbar brillante, en boca brinda sabores a madera y a frutos secos.
El agave forma parte de algunos géneros de plantas mexicanas como los amoles, pitas o izotes. Regularmente crecen en las planicies, las montañas o en los picos montañosos. De algunas de estas especies se obtienen beneficios como fibras, sustitutos de jabón y material de construcción, pero solo del agave se obtienen bebidas destiladas.
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