El cáncer cervicouterino es asociado a la infección por el virus de papiloma humano (VPH), el cual se transmite por contacto sexual y afecta a 8 de cada 10 personas (hombres y mujeres) en algún momento de la vida.
La mayoría de las infecciones por VPH ocurren sin síntomas, desaparecen en 1 o 2 años y no causan cáncer. Sin embargo, algunas infecciones por VPH pueden persistir por muchos años y si no son tratadas, pueden evolucionar a cáncer.
En México desde el 2006 el cáncer cervicouterino es la segunda causa de muerte en la mujer, tan solo en el 2014, se registraron 3,063 casos nuevos de tumores malignos de cuello uterino. De acuerdo con la Dra. Priscilla Roque, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Sedna, asegura que “cualquier persona que sea sexualmente activa puede contraer VPH, ya sea por el contacto de piel con piel, sexo vaginal, anal u oral”.
Detalló que las infecciones por VPH son más probables en quienes tienen muchas parejas sexuales o tienen contacto sexual con alguien que tiene muchas parejas. Ya que la infección es tan común, la mayoría de la gente contrae infecciones por VPH poco tiempo después de hacerse activa sexualmente, así como la persona que ha tenido solo una pareja puede infectarse por VPH.
Dijo que “a cada variedad de virus en el grupo se le asigna un número, lo que es llamado tipo de VPH. La mayoría de los tipos de VPH causa verrugas en la piel, como en brazos, pecho, manos o pies. Otros tipos se encuentran principalmente sobre las membranas mucosas del cuerpo (capas superficiales húmedas que recubren los órganos y las partes del cuerpo que al abrirse quedan expuestas al exterior) como la cavidad vaginal y anal, así como la boca y la garganta”.
El uso correcto y regular del condón está relacionado con una transmisión menor de VPH entre las parejas sexuales, pero el uso irregular no lo está. Sin embargo, ya que las áreas que no están cubiertas por el condón pueden infectarse por el virus, estos no proveerán una protección completa contra la infección, explicó.
Las personas que no son activas sexualmente casi nunca presentan infecciones genitales por VPH. Además, la vacuna contra el VPG antes de la actividad sexual puede reducir el riesgo de infección. Estas vacunas proveen una fuerte protección contra las infecciones nuevas por VPH, pero no son eficaces para tratar infecciones por VPH ya existentes o enfermedades causadas por el mismo.
Para finalizar, la Dra. Roque recalcó que “la probabilidad de salvar una vida por la detección temprana es muy alta, es por eso la importancia de acudir a realizarse un papanicolaou, por lo menos una vez al año, para otorgar mayores posibilidades en las pacientes de detectar a tiempo enfermedades y dar tratamiento oportuno”.
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