POR Rafael Cienfuegos Calderón
Pese al reconocimiento de que hay desequilibrio entre la demanda, la disponibilidad y la oferta de los recursos hídricos, la diputada Elizabeth Mateos exhortó al titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre Díaz, a que refuerce la campaña de información y difusión sobre el programa de estiaje, y que dé a conocer los planes y estrategias para que se cumpla con el abasto a la población.
La Ciudad de México cuenta con cuatro fuentes de abastecimiento de agua potable: los mantos acuíferos, los manantiales del sur poniente, el Río Lerma y el sistema Cutzamala, cuya construcción inició en 1976 con el objetivo de aumentar el caudal.
En el caso de los pozos, hay una sobreexplotación. Según datos de la Comisión Nacional del Agua, de 1975 a 2006, el número de éstos aumentó de 32 a más de cien acuíferos, pero a la vez, esto es causa de hundimientos del suelo y hay riesgo permanente que el agua extraída esté contaminada por minerales.
La perredista integrante de la Asamblea legislativa del Distrito Federal (ALDF) destacó (no obstante lo anterior) que el Gobierno de la Ciudad de México anunció como parte del programa de estiaje que se construirán nuevos pozos y el operativo de vigilancia e instalación de nuevas tapas en las válvulas para evitar su manipulación ilegal, para lo cual se invertirán 336 millones de pesos.
A esto se suma el nuevo pozo que se va a hacer en Iztapalapa, así como la inyección de más agua a los acueductos del sur de la ciudad para beneficiar a más colonias.
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