Los pacientes con trastornos musculoesqueléticos o fracturas que requiere cirugía tienen ya una nueva esperanza para su movilidad y es que en el Laboratorio de Tecnología Avanzada Quirúrgica del Houston Methodist Hospital, investigadores identifican tecnologías nunca antes usadas para su uso en aplicaciones ortopédicas y así poder desarrollarlas en beneficio de los pacientes.
Se informó que científicos de este nosocomio llevan a cabo investigaciones significativas para revolucionar la reparación ortopédica de fracturas complejas de huesos largos y de acuerdo con el Dr. Bradley K. Wiener, cirujano ortopédico del Houston Methodist Hospital, comentó que “estamos usando polímeros, células madre y nanotecnologías para diseñar plataformas tecnológicas que transformarán el cuidado del paciente.”
Por su parte, Ennio Tasciotti, PhD, director del Centro de Medicina Biomimética en el Instituto de Investigación del Houston Methodist Hospital y director científico del laboratorio, explicó que “la mayoría de los laboratorios están actualmente enfocados en desarrollar ingeniería de tejidos, sin embargo, aquí trabajamos con células cultivadas in vitro para crear materiales que aprovechen la actividad de dichas células como una primera línea de respuesta, después de una lesión, para sanar los tejidos dañados. Nuestros materiales son capaces de instruir células madre para promover la regeneración tisular”.
Tasciotti, lidera un equipo de investigadores multi-institucional en el desarrollo de una técnica regenerativa que combatiría la osteogénesis, que es la formación imperfecta de los huesos producida por la mutación de un gen encargado de producir una proteína esencial (colágeno tipo I), que es la que da rigidez a los huesos, y reemplazaría eficazmente grandes segmentos de hueso.
Esta estrategia regenerativa incorpora dos materiales que trabajan dentro del cuerpo para estabilizar mecánicamente el sitio de la lesión, mientras que promueven una curación ósea más rápida.
Conocida como BioNanoScaffolds, o BNS, la estructura combina una carcasa biodegradable hecha de L-fenilalanina, que es el polímero degradable más fuerte hasta la fecha, combinado con colágeno enriquecido, que es el componente mineral natural del hueso.
Entre los avances encontrados, detalló que “tras varios estudios, observamos que el cuerpo tiene capacidades de curación increíbles y hemos trabajado para aprovechar éstas a su máximo potencial a través del diseño de materiales que mejoran la respuesta del tejido durante la curación fisiológica”.
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