Extender la vida de nuestro planeta, así como optimizar los recursos naturales, se ha convertido en una de las tareas más relevantes a nivel global y hoy en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente tenemos que sensibilizarnos y sumarnos a realizar más acciones que favorezcan nuestro ecosistema.
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se prevé que para 2050 la población mundial pase de 7 mil millones de personas a más de 9 mil millones, y se proyecta que la economía mundial crezca casi cuatro veces, con lo que la demanda de energía incrementará en 80%, así como la de recursos naturales.
Adicional, hay que considerar que existen pasivos ambientales que afectan nuestro planeta y por ende la preocupación de que se extingan los recursos naturales por la contaminación del suelo, agua y aire que provocan. Hablar de restaurar espacios contaminados es hacer referencia a los pasivos ambientales. Estos se definen como la suma de los daños no compensados producidos por una entidad al medio ambiente a lo largo de su historia, en su actividad normal o en caso de accidente, los cuales al no ser atendidos de manera inmediata generan un impacto en los ecosistemas cercanos.
En México, de acuerdo con el Sistema Informático de Sitios Contaminados (Sisco), la cifra de pasivos ambientales pasó de 548 en 2010 a 623 en 2016. Son cuatro estados los que concentran poco más de la tercera parte de los sitios contaminados del país: Veracruz, con 73; Querétaro, con 58; Guanajuato, con 48; y Jalisco con 42, por lo que es importante tomar cartas en el asunto.
Existen esfuerzos para la remediación de estos espacios, una tarea que es importante dejar en manos de especialistas en la saneación de pasivos ambientales, para quienes ésta es parte central de su labor. En nuestro país, Veolia -compañía global especializada en la gestión de residuos, agua y energía – se hizo cargo en 2008 de la remediación de uno de los pasivos ambientales más peligrosos y que más daños causó al ambiente: las instalaciones y los residuos contaminados con Cromo Hexavalente (Cr VI) de la planta Cromatos de México, en Tultitlán, Estado de México.
La compañía de origen francés se encargó de la demolición de instalaciones, excavación, retiro, transporte, tratamiento y disposición final en celdas de alta seguridad de 34,900 toneladas de residuos contaminados con Cromo Hexavalente o también conocido como Cromo 6 (metal tóxico que se produce en principalmente en los procesos industriales, la inhalación puede causar cáncer y desarrollar graves consecuencias en el sistema reproductivo). Debido a los buenos resultados, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), decidió otorgar otro contrato para la excavación, retiro, transporte, tratamiento y disposición final de otras 23,600 toneladas de residuos contaminados con el mismo elemento en un plazo menor a los dos meses.
A partir de lo anterior, el tratamiento efectivo del cromo, no sólo se garantizó la salud de los trabajadores, sino la protección del medio ambiente y de los habitantes de la localidad.
El saneamiento de pasivos ambientales se ha convertido en una necesidad en muchos lugares del globo terráqueo, por lo que es el momento adecuado para reflexionar sobre la importancia de mantener nuestro planeta en óptimas condiciones, en beneficio de todos los seres vivos que son parte de ella y que sin lugar a dudas necesitan de sus recursos naturales para subsistir.
Cuidar del planeta es responsabilidad de todos y es necesario tener en cuenta que cada día existen más personas en él, lo que conlleva un mayor compromiso. La remediación de los espacios es una solución para mitigar la contaminación causada en el pasado. Sin embargo, el objetivo principal sería evitar este tipo de situaciones para así garantizar la extensión de la vida de la Madre Tierra.
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