En las últimas 5 décadas, la humanidad ha acelerado la transformación de los ecosistemas, en gran medida para satisfacer sus necesidades. La huella ecológica de México ha crecido de 1.8 hectáreas per cápita en 1961 a 2.5 hectáreas en 2014.
Lo anterior coloca a México en el sitio 46 del grupo de países con déficit de biocapacidad, y el tercero que más consume y contamina en Latinoamérica, de acuerdo con datos de Global Footprint Network.
En particular, este crecimiento en la huella ecológica mundial se da por actividades como la quema de combustibles fósiles, la agricultura y la ganadería.
Para la empresa Ecolab, la responsabilidad ambiental corresponde tanto a gobierno, industrias como individuos; de esta forma, un mejor uso sustentable de los recursos naturales y del medio ambiente pueden ayudar a revertir estos indicadores que nos limitan a avanzar hacia la sustentabilidad.
Ante estas necesidades, Ecolab recomienda un esquema de prácticas basado en las 5 “S” de la sustentabilidad:
- Separar innecesarios: Identifica las áreas donde hay mayor consumo de recursos, así podrás conocer a través de una auditoria qué tanta energía, agua o materia prima se destinan a la elaboración de procesos; de esta forma puedes ajustar criterios e implementar nuevas acciones que disminuyan de forma inteligente dichos gastos.
- Señalizar acciones: Implementa una acción por cada área y establece objetivos específicos que sean medibles. Incentiva el comportamiento responsable en los equipos de trabajo para que puedan alinearse con los de la empresa, por ejemplo: apagar los equipos cuando no se utilicen o recurrir al sistema de intercambio de archivos digitales en lugar de usar papel. Se puede comenzar por cosas pequeñas que generan grandes cambios ambientales.
- Suciedad cero: Existen productos en el mercado que ayudan a la limpieza y desinfección de áreas en las que se manejan productos y equipos especializados, recurrir a esta alternativa puede ofrecerte tanto ahorros operativos como la optimización de procesos de limpieza que ayudan a reducir el consumo de agua y energía.
- Sistematizar prácticas: Desde mejorar la gestión de los materiales y residuos peligros hasta evaluar tus proveedores, son prácticas fundamentales para comenzar un cambio a la sustentabilidad.
- Sensibiliza y ofrece información a los empleados, de esta forma podrán adquirir el compromiso de ser responsables con la sociedad y mejorar los procesos de producción; la cultura de la sustentabilidad es importante para reforzar los nuevos objetivos, así como estar preparados para atender algún riesgo.
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