La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que se caracteriza por el daño que sufren los vasos sanguíneos ante la tensión que ejerce la sangre; mientras más alta, el corazón realiza un mayor esfuerzo para bombearla. Esto puede ocasionar la aparición de padecimientos cardiovasculares, causantes de males de mayor gravedad como el infarto miocardio.
En la actualidad, existen diferentes medicamentos para tratar la también conocida como la “enfermedad silenciosa”, misma que ha ido en aumento ocasionando la muerte de gran parte de la población mundial e importantes costos en el sector salud.
Una propuesta para contrarrestar los efectos de este mal, ha sido el trabajo que realiza Víctor Hugo Vázquez Valadez, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, Estado de México (Edomex), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien desarrolla investigación con el fin de otorgar una mejor calidad de vida a los pacientes hipertensos.
La investigación surgió de un importante precedente, que fue el descubrimiento de la molécula “Changrolina”, proveniente de una planta de origen chino, a partir de la cual se comprobó sus propiedades antihipertensiva y antiarrítmica, que combaten el principio de las enfermedades cardiovasculares.
Detalló que “esto nos llevó a reconocer que, efectivamente, teníamos el blanco, la enzima convertidora de angiotensina, pero no había una forma de hacerla experimentalmente”.
El presente proyecto se fundamenta en el estudio teórico-experimental que la serie de compuestos lqm300 tienen sobre la enzima convertidora de angiotensina, responsable de originar la hipertensión. El investigador declaró que se buscó entre cientos de moléculas para identificar sólo aquéllas que resultaron ser propicias.
Informó que la función de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina es impedir los efectos de la hormona Angiotensina II que se produce naturalmente en los riñones, de manera que se relajan los vasos sanguíneos disminuyendo la presión arterial.
Los investigadores de la Facultad demostraron que la eliminación del principio activo de las moléculas sintetizadas se da a una menor velocidad, lo que implica que la cantidad de dosis de administración disminuya. Además, comprobaron su función como cardioprotectores, es decir, que previenen el daño vascular coronario del corazón así como el de los miocitos cardiacos.
Comentó que la síntesis de moléculas es un proceso relativamente sencillo de realizar, por lo que un producto final tendría un costo diez veces menor al de los tratamientos convencionales. “Entre más complicado sea un proceso, más lo va a encarecer y menos accesible va a ser para la población en general. Nosotros nos estamos enfocando en ese punto, en que desde la raíz no se opuen ni materias primas caras ni proceso caros”.
Sin embargo, como lo reconoció, es importante prestar atención al modus vivendi de la sociedad con respecto a sus hábitos de alimentación y poca o nula actividad física, factores que pueden prevenir la hipertensión arterial. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2012, en México 22. 4 millones de adultos de personas de 20 o más uno de cada dos adultos sufren de este padecimiento, de los cuales 11. 2 han sido diagnosticados por un médico.
El presente desarrollo tecnológico vuelve el panorama de los pacientes enfermos más prometedor, ya que podrían contar con una alternativa farmacéutica de mayores beneficios para su salud a un costo menor. De momento, el trabajo se encuentra en su etapa final. “Es cuestión de que una empresa farmacéutica se interese para llevar a cabo la siguiente etapa, que son los estudios preclínicos”, detalló.
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