Las aves que habitan en las grandes urbes, como la Ciudad de México, están modificando su capacidad de canto y de intercomunicación. Ahora ya no cantan melodías; emiten sonidos abruptos, agudos y estridentes.
Tal es la conclusión a que llegaron estudiosos del comportamiento de las aves en el mundo, según relata la revista New Scientist, en artículo reciente.
Se trata de una teoría. Tal vez, demasiada aventurada. Lo que no es cuestionable es que desde finales del siglo pasado, México presenta distintos episodios de muerte de aves. En la Ciudad de México y en la provincia. Decesos certificados por organismos nacionales e internacionales defensores de la vida.
En esta visión, por la vida y a favor de la Naturaleza, surge Mi Ambiente hace 17 años, cuando México era distinto y su agenda nacional, otra.
Los años del PRI, como partido dominante, estaban contados, pero era mayoritario, todavía. Había pasado el mayor terremoto de que se tenga memoria en el DF. Carlos Salinas de Gortari profundizaba las reformas estructurales, iniciadas por su antecesor, Miguel de la Madrid Hurtado.
La adhesión de México al Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT), antecedente de la Organización Mundial del Comercio (OMC), dividía a la población. Había buenos y malos. Ronda Uruguay se estrenaba, previo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), organismo creado a semejanza de la Unión Europea con cuatro década de operación para esas fechas.
Los primeros embates de la inseguridad se hacían presentes. El foco era la frontera norte, región siempre envalentonada. Los narcocorridos estaban en su apogeo. Los Tigres del Norte eran los amos y señores. Cantaban “Camelia la texana” y “La camioneta gris”, dos éxitos que convertían a los narcotraficantes en héroes populares. Cuatro décadas atrás, el dueto norteño Carlos y José hablaba de lo mismo, pero con sentido moralista, condenaba la siembra y cultivo de la mariguana y elogiaba al Ejército en su lucha por combatir esos ilícitos.
UNA LUCHA PERMANENTE
Desde 1992, Mi Ambiente, semana a semana, es testigo del acontecer ambiental nacional.
Aliados indiscutibles han sido los maestros, quienes en las aulas, y mucho antes de que el gobierno convirtiera al Medio Ambiente y la Ecología en materias obligatorias en escuelas de educación básica, hacían conciencia entre sus alumnos sobre la importancia de cuidar los recursos naturales y proteger la vida.
Ellos han sido fieles a Mi Ambiente; nosotros les correspondemos.
Les entregamos tanto la mejor información sobre la sustentabilidad de mundo como el entorno político, económico y social presente para tener un marco de referencia exacto del valor y necesidad de cuidar el Medio Ambiente.
Por las oficinas ecológicas gubernamentales han pasado distintos funcionarios. Lo hicieron Manuel López Portillo cuando la Ecología estaba adscrita a la Secretaría de Salud; Manuel Camacho Solís, que la trasladó al área de los asentamientos humanos; Julia Carabias, con su propuesta ambientalista; Alberto Cárdenas Jiménez, actual secretario de Agricultura (Sagarpa) y su proyecto de modernización para rescatar los recursos naturales, mediante una reorganización de la dependencia para elevar el cuidado ambiental al rango prioritario, y Juan Rafaél Elvira Quesada, perdido en su política de ambientalismo transversal.
DE LA DEFENSA DE AVES A LA DEL HOMBRE
La muerte de las aves, a veces anecdótica, es dolorosa por ser seres vivos. Pero es más la del hombre. Su vida y sus bienes también son parte del Medio Ambiente, como su salud y su bienestar.
El nuevo siglo trajo consigo novedades política, como la alternancia en el poder público, para muchos frustrada; la crisis económica y financiera que afecta a todo el mundo; los países sin frontera, por la migración humana, y el aumento de la temperatura, con su cauda de secuelas, por la explotación sin misericordia de los recursos naturales y el capitalismo agreste.
En nuestro país, a estos fenómenos se suma la desatada violencia que lo mismo decapita seres humanos que ametralla inocentes y despoja de bienes materiales a la sociedad o les roba su libertad y los convierte en cautivos y rehenes de ambiciones personales o de carteles del narcotráfico que para analistas internacionales podrían llevar a México a convertirse en un “Estado fallido”.
Agenda pendiente
• Agua.- escasez, abatimiento de mantos, contaminación y desperdicio
• Aire.- Grave contaminación: en invierno, por ozono; en verano, por partículas M10
• Tierra.- Más del 70 por ciento del territorio nacional, desertificado
• Basura.- Bordo Poniente, máxima expresión del interés político sobre el social
• Infraestructura vial.- Desatendida y sujeta a juego de intereses políticos.
Los nuevos retos
• Transgénicos.- Prohibidos, pero presentes en mesa y burós de los mexicanos
• Derechos humanos.- Pisoteados a todos los niveles
• Equidad de género.- Mucho ruido, pocas nueces
• Ecoturismo.- Sobreexplotación y poca regulación
• Alternancia política.- Simple juego de intereses económicos y familiares
Los logros
• Conciencia civil e infantil sobre protección a mascotas y árboles
• Intento por reverdecer al DF con azoteas verdes y Unidades Habitacionales Sustentables
• Conciencia cívica para detener obras que impactan el Medio Ambiente
• Mayor participación de la sociedad civil en la protección de sus recursos naturales
• Diseño de nuevas ciudades
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