¿Has escuchado la palabra inocuidad? Su definición más difundida es la incapacidad que tienen las cosas para hacer daño, por lo que, al escuchar inocuidad alimentaria, podemos realmente, respirar tranquilos, sabiendo que lo que comeremos, no nos hará ningún daño. Sin embargo, para lograr que los alimentos sean salubres, estos deben pasar por diversos pasos. ¿Conoces cuáles son?
La Organización Mundial de la Salud, organismo de la ONU, especializado en ocuparse de las políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial, con el propósito de lograr que en el orbe, todos los seres humanos alcancen el grado máximo de salud, desde hace muchos años, ha desarrollado manuales con los que se divulgue la información adecuada para lograr la sanidad en los alimentos. Es por ello que, actualmente, existen cinco pasos sobre la inocuidad alimentaria:
Mantener la limpieza
Lavarse las manos antes de preparar los alimentos; lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño; lavar y desinfectar todas las superficies y equipos usados para la preparación de alimentos, así como proteger alimentos y áreas de cocina de insectos, plagas y otros animales, son puntos clave en este apartado.
Con esto garantizamos tener un grado de higiene aceptable, pero es importante, además de limpiar, desinfectar los espacios y utensilios domésticos. Podemos hacer una mezcla desinfectante con una cucharadita de cloro, diluido en 750 ml. de agua, a fin de mantener a raya cualquier germen y bacteria.
Separar alimentos crudos y cocinados
Las acciones que integran este paso son: separar las carnes rojas, de ave y pescado crudos de los demás alimentos; usar equipos y utensilios diferentes, como cuchillos y tablas de cortar, para manipular alimentos crudos; y conservar alimentos en recipientes para evitar el contacto entre los crudos y los cocinados.
La razón es muy sencilla. Los alimentos crudos, especialmente las carnes de cualquier animal y sus jugos, pueden contener microorganismos peligrosos que contaminan a otros alimentos, durante la preparación y conservación de los mismos.
Cocinar completamente
El siguiente paso es cocinar completamente los alimentos, especialmente las carnes, huevos y pescado; hervir sopas y guisos para asegurarnos de que han alcanzado los 70°C; así como recalentar completamente los alimentos ya cocinados.
Sabemos que los microorganismos peligrosos no resisten temperaturas mayores a 70 grados centígrados, y esto nos permite disfrutar de alimentos inocuos. Es importante revisar que al cocinar carnes, los jugos que desprenden éstas, sean incoloros. Si son rosados es que aún no han alcanzado la cocción necesaria para matar agentes patógenos. Sin embargo, cuando se trata de piezas completas, los microorganismos sólo viven en la superficie, por lo que, al cocinar un corte de carne, ésta puede verse roja al centro y no estar contaminada.
Mantener los alimentos a temperaturas seguras
En este punto, habremos de mantener los alimentos refrigerados, a menos de 5º C; no dejar alimentos cocinados a temperatura ambiente por más de 2 horas; al momento de calentar, la comida debe estar muy caliente; no guardar alimentos durante mucho tiempo, aunque sea en el refrigerador; así como no descongelar los alimentos a temperatura ambiente.
Esto nos permite garantizar que su conservación no permitirá la proliferación de gérmenes y bacterias dañinas para la salud. A temperaturas menores a los 5°C o superiores a los 60°C, el crecimiento microbiano se detiene o se hace más lento. Sin embargo, algunos microorganismos peligrosos pueden resistir temperaturas menores a los 5°C.
Use agua y materias primas seguras
El agua que usemos debe estar desinfectada; seleccionar alimentos sanos y frescos y elegir alimentos procesados para su inocuidad, como la leche pasteurizada; además habrá que lavar la fruta, la verdura y las hortalizas, especialmente si se van a comer crudas; por último no ocupar alimentos caducados o expirados.
La importancia de usar materias primas, entre ellas el agua y el hielo, desinfectadas e inocuas, es básica, pues si de origen tenemos alimentos contaminados, aunque lo demás, lo hagamos con cuidado, ya tenemos un riesgo, que podría ser muy peligroso.
Estos cinco pasos son ayudarán a conservarnos sanos, pues más de 200 enfermedades pueden transmitirse por alimentos contaminados. Imagina: si esto puede pasar en nuestra casa, ¿qué podría pasar en una granja o en una planta procesadora de alimentos? ¿podríamos tener la seguridad de que, de donde provienen nuestros alimentos, estos fueron tratados con el mismo cuidado que les damos en casa?
Para certificar que esto ocurra, Grupo Rosmar, desde hace más de 30 años, provee soluciones confiables y sustentables, orientadas a maximizar la eficiencia de los procesos de higiene y sanidad en diferentes industrias, con lo que se controle la contaminación microbiológica que ponga en riesgo al consumidor final o afecte negativamente la vida de anaquel de los productos.
Global Food Consulting Group (GFCg), que pertenece a Grupo Rosmar, es el encargado de identificar las principales regulaciones, requisitos y características para mantener la seguridad y sanidad en los alimentos, de ahí que se tengan alianzas con los más importantes organismos internacionales de salud.
Comentarios Cerrados