PEPE CAMARA
La primera Encuesta Nacional sobre el Senado de la República (ENSER 2018), realizada al arranque de la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, aportó información relevante sobre percepción, valoración y confianza ciudadana en torno a dicha instancia legislativa.
Diseñada y realizada por la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD), se obtuvieron resultados en cinco apartados: conocimiento, valoración, evaluación, agenda ciudadana y prácticas ciudadanas, y la pretensión es que este ejercicio sea el primero de una serie temporal que contribuya a la realización futura de averiguaciones longitudinales, comparativas y prospectivas.
La encuesta reveló que actualmente, el Senado de la República es identificado por tres de cada cuatro entrevistados; sin embargo, la mayoría desconoce cuántos senadores integran a la cámara alta (79.5%) o tiene un dato incorrecto (17.4%).
En cuanto a la valoración del trabajo senatorial, el IBD señala: ocho de cada diez personas piensan que el Senado es muy importante o algo importante para nuestra vida democrática; prácticamente la mitad de encuestados considera que la principal característica de un senador debe ser la honestidad, mientras que dos de cada 10 (20.4%) opinan que debería ser la cercanía con la ciudadanía, 17.4% la preparación, y 11.4% la experiencia. 2.6% eligió liderazgo.
En términos de evaluación, poco más de dos terceras partes (67.4%) desaprueba la forma en que realizan su trabajo; no obstante, siete de cada 10 (73.3%) consideran que las y los nuevos senadores harán mejor su trabajo que los salientes y solo 2.4% cree que lo harán peor.
La encuesta realizada del 2 al 10 de agosto de este 2018, arrojó también que siete de cada 10 personas (73.6%) afirman estar interesadas en los asuntos que se discuten en el Senado; cuatro de cada 10 encuestados (38.1%) indicaron que la inseguridad pública es el principal problema que debería atender el Senado de la República; 17.4% respondió que los salarios bajos y el aumento de los precios; 16.3% la corrupción y la impunidad; y 11.5% la pobreza y la desigualdad social.
Para el 35.9% de la población encuestada, la mejor forma para ser tomado en cuenta por un senador es acudir a una oficina de atención, y al 87.2% le parece difícil o muy difícil acercarse a un senador para que ayude a resolver un problema de su estado.
Fueron 1,200 entrevistados mayores de edad con credencial para votar vigente, y dadas estas características, la encuesta tiene un nivel de confianza de 95% y un margen de error de +/2.8%.
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