En el marco de la celebración del 65 aniversario del voto femenino en México; sigue presentándose persistencia de algunas desigualdades en el acceso de las mujeres al poder. El Instituto de Liderazgo “Simone de Beauvoir” realizó un conversatorio “Mujeres al Poder. Y después de la paridad ¿qué sigue?, en donde analiza esta realidad.
Esta actividad reunió a diversas mujeres del sector empresarial y de gobierno, quienes reconocieron que la paridad en el Congreso mexicano es un logro histórico al que se llegó gracias a la lucha incesante y a la exigencia impuesta desde la normativa. Hoy en el Congreso hay 49% de mujeres en la Cámara de Senadores y 48% en la Cámara de Diputados, es el resultado directo de la Reforma Constitucional de 2014 en materia de paridad.
Las cuotas de género se habían regulado anteriorimente, pero se tuvo que obligar a los partidos políticos a cumplirlas, ya que hubo diversos casos donde los partidos políticos no cumplían la norma al inscribir a mujeres como candidatas “propietarias” y obligarlas a renunciar una vez que el cargo se había ganado, entrando el suplente hombre a tomar el cargo; inscribirlas en distritos con baja probabilidad de ganar al ser muy competidos; o inscribirlas en distritos con poca importancia relativa para la toma de decisiones.
Al respecto, Ximena Andión, directora del ILSB, mencionó que este conversatorio nace porque “hoy la participación no significa representación política. Las formas de la política no se han transformado para erradicar la violencia contra las mujeres o permitirles la participación en espacios y condiciones de poder similares a los hombres “.
Y es que actualmente, a pesar de la existencia de un Protocolo para la Prevención de la Violencia Política en razón de género, se reportaron pocas denuncias. Esto se debe a que las mujeres desconocen el protocolo o no se sienten seguras al interior de los partidos para presentar denuncias. O bien, acuden a instancias oficiales o el Tribunal Electoral. Cabe mencionar que en lo que va del año han muerto al menos 17 mujeres y al menos 113 reportaron formas diversas de violencia política en razón de género.
Asimismo, se aseveró que el presupuesto en comunicación social se gastó 66% en campañas de hombres y 33% en campañas de mujeres. O bien, se excluye a las mujeres del poder al mencionarse que las mujeres participan en pocos espacios de toma de decisión efectiva: no hay coordinaciones parlamentarias femeninas, en el Legislativo no están presidiendo la Comisión de Presupuesto o Gobernación y actualmente sólo hay 3 gobernadoras en el país.
La directora del ILSB, señaló que “a pesar de la paridad, siguen existiendo condiciones de profunda inequidad para la mayoría de las mujeres que aspiran a un cargo de elección popular. Aunque ganen el puesto eso no les asegura ejercer el poder.” Igualmente, no se transforman las estructuras de desigualdad, ya que las mujeres tienen que renunciar a sus cargos debido a los trabajos de cuidado de los que aún son responsables en su mayoría
Para finalizar, las participantes concluyeron que en el presente existe un doble estándar en la participación política de las mujeres. Por un lado, tienen que competir y adaptarse con los códigos desarrollados por los hombres, y por el otro lado, son juzgadas por salirse del estereotipo de género que se les ha impuesto, por esa razón, persisten las desigualdades estructurales en el acceso al poder. Además, reiteraron que hoy las mujeres quieren la voz pública, estar en espacios de poder y poder transformar las condiciones de desigualdad para otras mujeres, para lo cual es imprescindible transformar las estructuras de la política para llegar a la igualdad de acceso.
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