La Fundación Pedro y Elena Hernández A.C., dio a conocer que en el norte del estado de Veracruz (en el Golfo de México), que mantiene desde 2012 un programa de sustentabilidad territorial y promover la conservación del manglar en armonía con el desarrollo social y económico de las comunidades indígenas y rurales.
Entras las acciones realizadas está la concientización y conservación de los humedales. Aunado a implementar el Programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA) por conservación de la biodiversidad, a través de fondos concurrentes con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), del gobierno mexicano en el corredor costero de Tamiahua, Veracruz, ello en cinco ejidos en la ribera poniente de la laguna de Tamiahua.
Conservación, restauración y planeación territorial participativa, son los tres componentes que dan estructura al programa PSA, dirigiendo las labores a la generación de proyectos productivos sustentables, que repercutan en el incremento de la calidad de vida de las comunidades participantes.
Los diferentes proyectos productivos que se aplican en Tamiahua fueron seleccionados por los mismos ejidatarios a través de talleres comunitarios, el resultado de este diagnóstico participativo reflejo a la pesca como una actividad prioritaria, al ser una de las principales fuentes de ingresos, es por este motivo se invirtió recurso del programa destinado a este componente, en equipamiento pesquero, trabajos de reconexión hídrica (desazolve de canales) y la construcción de zonas de refugio y crianza de especies pesqueras dentro de los territorios ejidales.
Aunado a estas acciones; en los ejidos se reglamentó de forma interna (mediante asamblea), las condiciones en que los ejidatarios deben realizar la actividad pesquera dentro de los cuerpos de agua existentes en su territorio.
Algunos de los puntos mas importantes será la imposición de vedas durante los meses octubre y noviembre, evitar la captura de especies en periodo de desove y normar las artes de captura para especies de escamas, camarón y jaiba mediante la reglamentación del tipo de malla y evitando cualquier red de arrastre.
Entre otras acciones se realizaron cursos sobre pesca sostenible; estudios técnicos, para conocer las condiciones de sus cuerpos de agua ejidales; así como, su potencial para desarrollar proyectos de pesca sustentable.
Con estos esfuerzos se esta logrando el incremento de especies como camarón, jaiba, poecílidos, tilapia, lisa, mojarra rallada; que a su vez podrían sustentar pesquerías de mayor importancia como la del robalo y chucumite.
Además los cuerpos de agua han aumentado su escudo de agua, que está constituido por la abundante vegetación de manglar, que garantizan la funcionalidad ecosistémica del lugar.
En un futuro se podran aplicar proyectos acuícola mediante el establecimiento de encierros mediante jaulas en las zonas de mayor profundidad, para trabajar con especies locales de escama. En cuanto al manejo de ostión, podrán establecerse ciclos de engorda mediante sistemas de cama y bolsas ostrícolas, para esto las semillas pueden ser colectadas en zonas cercanas de la laguna, donde existen fijaciones naturales.
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