POR: Adolfo Montiel Talonia
Anécdota con el periodista, Joaquín López Dóriga. El la confirmará. Por su brillante memoria. Ocurrió en Guadalajara, en 1976, durante el secuestro de don Guadalupe Zuno, padre de María Esther, esposa del Presidente de México, Luis Echeverría. Fue secuestrado por el grupo guerrillero De los hermanos España. México sufrió el embate armado y sangriento de guerrilleros. El suceso concentró a los periodistas del mundo. Entre ellos, cientos de reporteros, estuvo Joaquín López Dóriga, por TELEVISA.
Al informar el gobierno el secuestro se hicieron gráficas describiendo el lugar del secuestro. En la avenida Revolución. Cerca el tecnológico. Por el periódico LA PRENSA, fuimos a Guadalajara, Felix Fuentes, Roberto López Moreno y yo. Me tocó armar la reconstrucción de hechos. Descubrí muchas cosas que no informaban. Por ejemplo que el secuestro no fue en la avenida Revolución.
Entre al tecnológico. Llegue a la biblioteca. Un anciano maestro era el Jefe. Como dicen, a boca de jarro, le pregunté ¿Dónde fue el secuestro? Pregunté que al maestro debieron contarle cosas. Y me contestó ¡Ahí. De su auto se lo llevaron! Fue la noticia de 180 grados. Diario daban una conferencia, el Procurador de Jalisco, Adolfo Rentería y el Director de Seguridad Nacional, Miguel Nazzar Haro. Y pregunté reclamando que alteraban la información. Nazzar admitió mi información López Dóriga saltó de la silla y grito “Me mintieron”.
Nazzar explicó que estratégicamente se dosificaba la información, por seguridad. Joaquín protestó. Al terminar la conferencia fue hacia mi. No nos conocíamos. Y me sorprendió. Yo esperaba alguna molestia. Me dio un abrazo. Y me felicitó. Gesto de humildad profesional. A lo largo de su vida profesional ha recibido reconocimientos. De España lo acaban de hacer. Muy merecido.
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