El problema del crimen organizado no es exclusivo de México, por lo que se demanda corresponsabilidad al gobierno de Estados Unidos para hacer un esfuerzo conjunto en la batalla contra esos criminales, coincidieron en señalar el Presidente Felipe Calderón Hinojosa y el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.
El gobierno federal fortalece la autoridad del Estado en todo el territorio nacional para combatir al crimen organizado, aseveró el mandatario mexicano, quien agregó que, su Administración, tiene la firme determinación de acabar con este problema que sufre el país como consecuencia de estar al lado del mayor consumidor de drogas y proveedor de armas en el mundo.
Asimismo, Calderón Hinojosa dijo que: “Estamos fortaleciendo la autoridad del Estado en aquellos lugares donde se ha visto debilitada o vulnerada la seguridad, en regiones o en municipios o gobiernos locales por la acción del crimen, estamos empleando todo la fuerza del Estado para ello”.
Además, el crimen organizado ataca ambos lados de la frontera, daña a las familias americanas y mexicanas. El crimen organizado es un desafío común para México y Estados Unidos. También hay que decir que hay una enorme distorsión acerca de la realidad de México allende las fronteras, y lamentó que se haya escalado una campaña en la que se dedican a atacar y mentir sobre la situación del país y a exaltar a los criminales, manifestó el Presidente mexicano.
Las declaraciones del director de Inteligencia Nacional del gobierno de Estados Unidos, Dannis Blair, son desafortunadas y no contribuyen a generar el clima de confianza indispensable para ganar esta lucha. Además, no hay un solo espacio del territorio nacional que escape a la dirección del Estado. Aquí vivimos un ambiente de gobernabilidad democrática sobre el que estamos fortaleciendo las instituciones de seguridad a fin de garantizar la paz y la tranquilidad de los mexicanos.
Nuestro gobierno tiene una estrategia integral para restablecer la paz y la seguridad, que ha incluido una operación para limpiar la corrupción en las instituciones de seguridad del país, algo que también deberían hacer nuestros vecinos del norte, pues el fenómeno de la corrupción, como el del narcotráfico, no distingue fronteras.
Si Estados Unidos no fuesen el mayor mercado de drogas del mundo, nosotros no tendríamos este problema. Si ellos asumieran con mayor seriedad su compromiso para que se respeten las leyes norteamericanas que prohíben la exportación de armas a México, el tenor de esta lucha sería distinto, concluyó Gómez Mont.
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