Esto significa que de los grupos de los que tenemos menos información –como los hongos, los organismos microscópicos, los gusanos o aquellos que habitan las profundidades marinas– es probable que no sepamos nunca cuántas de sus especies ya han desaparecido. De ahí que sólo se conozca el estado de conservación de los grupos más estudiados y conspicuos, como los mamíferos, aves, reptiles y anfibios, así como muchas familias de plantas.
En México se tiene registro que desde el año 1500 han desaparecido de sus ambientes naturales 4 especies de plantas y 37 de vertebrados entre las cuales se encuentran la foca monje del Caribe (Monachus tropicalis) –sobreexplotada por su piel y grasa-, el oso gris (Ursus arctos horribilis) y diversas especies de aves, como el caracara de Guadalupe (Caracara plancus lutosus), el petrel de Guadalupe (Oceanodroma macrodactyla) y el carpintero imperial (Campephilus imperialis). Hasta mediados del siglo XX, la mayoría de las extinciones en México habían sido causadas por la cacería indiscriminada y por la introducción de especies invasoras; sin embargo, en décadas recientes la destrucción o modificación de los ambientes naturales ha pasado a ser la causa principal de pérdida de especies.
Fuente: Semarnat. ¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Semarnat. México. 2008
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