Rafael Cienfuegos Calderón
En el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la Unidad de Atención Médica de Alta Especialidad ofrece atención a toda aquella persona que lo necesite y solicite, en sus clínicas de Oncodermatología, Atención Preventiva del Viajero y Trastornos del Sueño, en las que se hace también docencia e investigación.
Al dar a conocer lo anterior, la institución informó que la Clínica de Oncodermatología está dedicada a la prevención, diagnóstico oportuno y tratamiento de diversas variantes de cáncer de piel, que le da un carácter relevante porque el diagnóstico de esta afección se ha incrementado hasta en 300 por ciento en las últimas décadas.
Rodrigo Roldán Marín, responsable de la misma, indicó que una de las variantes de cáncer de piel, llamado melanoma, es de los tumores más agresivos, de ahí que la detección oportuna permita ofrecer un mejor pronóstico y calidad de vida al paciente.
En este espacio se realiza el diagnóstico temprano de cáncer en mucosas y piel, mediante una técnica no invasiva conocida como dermatoscopía digital, que hace posible evaluar con mayor precisión las lesiones y reduce el número de biopsias y cicatrices innecesarias. Aquí se analizan lesiones de mucosa bucal, labial, en lengua, encías y glándulas salivales.
Cuenta con equipos únicos en el país para hacer mapas corporales y localizar lesiones, además de realizar microscopías de reflectancia confocal, que permiten evaluar alopecia (pérdida anormal de cabello o del pelo en diferentes zonas de la piel) y otros trastornos capilares.
Las manchas y las arrugas son sinónimo de daño solar acumulado, por lo que no existe un bronceado “sano; las quemaduras por el sol generan un daño permanente en la piel que se manifestará muchos años después, como cáncer, en el peor de los escenarios.
Por eso, Roldán Marín recomienda que cada vez que nos exponemos a la luz del día, no sólo en la playa sino en cualquier sitio, hay que usar protector solar en las partes expuestas: cara, orejas, escote y dorso de las manos en la ciudad, y en la playa, en todo el cuerpo, y evitar la exposición cuando la radiación es más fuerte, entre las 11 y las 16 horas”.
Por lo que hace a la Clínica de Atención Preventiva del Viajero, tiene dos sedes: una, en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), y otra en Ciudad Universitaria.
Su responsable, Jorge Baruch Díaz Ramírez comentó que su objetivo es prevenir posibles afectaciones a la salud antes, durante y después de un traslado, pues 72 por ciento de los turistas visita destinos de alto riesgo.
En ambos lugares se brinda orientación para transportar medicamentos prescritos para uso personal, asesoría por telemedicina durante su viaje, vacunación –contra hepatitis A y B, fiebre amarilla, sarampión, rubéola, fiebre entérica y poliomielitis, entre otras–, venta de botiquín de viaje individualizado y valoración médica a su regreso al país, en caso de ser necesario.
Esta clínica ha comenzado una línea de investigación referente a las necesidades de salud de viajeros vulnerables, es decir, mexicanos que son deportados de Estados Unidos, para saber qué los afecta: enfermedades infecciosas (tuberculosis, VIH) o mentales (depresión o ansiedad), por ejemplo.
Un estudio, realizado entre 900 deportados, señala que entre ellos hay una proporción de casos de depresión tres veces mayor con respecto a la población en general.
También se están preparando las recomendaciones para los viajeros que acudirán al Mundial de Futbol Rusia 2018, en colaboración con la Secretaría de Relaciones Exteriores, enfocadas sobre todo a prevenir enfermedades de transmisión sexual, tuberculosis multirresistente, sarampión y difteria. Y en conjunto con el Comité Olímpico Mexicano se preparará a los atletas que participarán en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, a realizarse en Colombia.
Por su parte, Ulises Jiménez Correa, responsable de la Clínica de Trastornos del Sueño, refirió que ahí se brinda el servicio de diagnóstico y tratamiento de los trastornos del dormir, que suman alrededor de 100 enfermedades, como insomnio, somnolencia diurna, bruxismo, alteraciones respiratorias del dormir –ronquido o síndrome de apnea obstructiva del sueño–, sonambulismo y alteraciones del movimiento, entre otros. Aquí se atiende a personas de todas las edades, desde neonatos hasta adultos mayores.
En ese centro formador de recursos humanos se realizan diagnósticos mediante estudios polisomnográficos (RPSG) o electrodiagnósticos (al colocar a los pacientes electrodos en diferentes áreas del cuerpo para monitorear su actividad eléctrica cerebral, cardiaca, respiratoria y muscular).
Éstos se hacen con base en la historia clínica de los pacientes, exploraciones físicas realizadas por médicos, psicólogos y odontólogos especialistas, y en caso requerido se aplican estudios nocturnos y diurnos.
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