Ante la necesidad de tener políticas regionales –orientadas a sus vocaciones– con la política nacional de ciencia, tecnología e innovación para impulsar el desarrollo nacional, así como para definir las líneas sobre las cuales establecer un modelo de gobernanza en este sector, se llevó a cabo la 1ª Reunión de Trabajo de la Comisión de Ciencia y Tecnología en la Cámara de Senadores.
En el evento, que reunió a diputados, senadores y académicos, Enrique Cabrero Mendoza, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), expresó la urgencia de contar con la participación de todos los actores en este sector para integrar una visión cooperativa que fortalezca la política pública del sector científico y tecnológico.
Indicó que el nuevo escenario de la política científica obliga al Conacyt a replantearse en su esquema, para pasar de ser una institución receptiva de demandas a un organismo que elabore los planteamientos y que respalde a los demás actores. “Es un Conacyt que en el corto plazo debe volcarse hacia afuera, que debe identificar mejor las demandas y que debe coadyuvar —desde la formulación de estas demandas— a que éstas vayan en el sentido de una verdadera política pública.”
“Para que haya una economía del conocimiento es necesario que exista un mercado del conocimiento que permita el flujo, la comercialización y la valoración de las ideas, de las patentes y de los procesos públicos y privados”, dijo.
Por su parte, la coordinadora general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCYT), Gabriela Dutrénit, expuso la visión del Foro sobre la situación que guarda la CTI, al expresar que su principal función es promover la participación de la comunidad científica del país en la conformación de políticas públicas mediante la asesoría en programación (diseño e instrumentación de políticas), asesoría en presupuesto (contribución en la definición presupuestal del Conacyt y CTI), así como la evaluación de políticas que contribuyan a fortalecer la política pública en CTI.
Agregó que el objetivo final de la política pública para CTI es el desarrollo económico y social inclusivo basado en esquemas donde el conocimiento contribuya a mejorar la competitividad del sector productivo, desarrollar innovaciones inclusivas, y proponer políticas públicas incluyentes para el bienestar social, siempre y cuando se escuche la voz de las comunidades, en este caso, la científica.
Entre los puntos de la Agenda Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación que se presentó al Senado a fines del año pasado, Dutrénit subrayó la propuesta de establecer una Agencia Mexicana de Innovación y un programa de estímulos fiscales para promover la investigación y el desarrollo tecnológico.
En su oportunidad, los senadores del PAN, Juan Carlos Romero Hicks y Francisco Búrquez Valenzuela, se pronunciaron por impulsar un paquete de modificaciones legislativas que ayuden a promover el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación del país, además de que den solución a los actuales problemas que enfrenta el sector, entre los que se encuentra el financiamiento. Pero se enfatizó que no todos los problemas que enfrenta el sector científico del país tienen que ver con falta de recursos, sino que también son consecuencia de la falta de viabilidad del modelo con el que algunos programas trabajan.
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