Hoy día nos encontramos con un boom de sitios llamados “bistró”; en realidad, no sabemos bien a bien a qué se refieren pero lo asociamos con comida cara, platillos exóticos o, por lo menos, internacionales en un lugar que da estatus o al menos que está de moda. Bueno, si ustedes son asiduos de estos lugares, debido a las dos últimas razones aquí presentadas, lamento decirles que viven en un graaaave error, ya que la historia de los sitios bistró, es muy diferente: El nombre de bistró surgió en París, Francia, alrededor del siglo XIX y XX y se utilizaba para lugares acoplados a restoranes (departamentos generalmente) que vendían comida a precios muy accesibles y que se caracterizaban por servir vino y comida fresca, pero no muy elaborada. La raíz de la palabra ha sido difícil de rastrear pero la mayoría concuerda con que proviene del ruso “bystro” que significa “rápido”. Esto, debido a la ocupación rusa de París en 1815 donde los soldados gritaban “bystro, bystro” para ser atendidos velozmente. Aunque algunos otros se aventuran con la explicación de que bistró es una palabra francesa que proviene de “Bistrouile”, bebida francesa a base de brandy con café. Independientemente del origen de la palabra, lo que sí es seguro es que estos lugares eran mal vistos en su época, quienes asistían no eran asociados precisamente con una buena reputación; por lo que se convirtió en un centro de atracción turística y de curiosidad parisina; que más adelante se exportó el concepto y que hoy día significa una cosa totalmente diferente. r
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