Después de dos décadas de la vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se ha consolidado “un Estado mexicano crecientemente más débil” que carece “de un proyecto plural democratizador para la rectoría de la cultura y de los medios de comunicación, el cual abandonó a los caprichos del mercado”, aseguró Javier Esteinou Madrid, profesor-investigador del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El especialista en medios de comunicación, indicó que hoy somos testigos de la derrota del proyecto cultural del Estado y de la sociedad civil, para mantener y plantear el programa de identidad y de democratización nacional a través de la superestructura audiovisual –medios de comunicación- del país.
El investigador de la UAM Xochimilco dijo que “contrariamente a las tesis modernizadoras del Estado mexicano que planteó que éste se desregularizaría, privatizaría, que entraría en la apertura para ya no ser más un estado propietario, sino una entidad orientadora y directora de la sociedad, en la práctica diaria del TLCAN, se constata dos décadas después, que en el terreno cultural, el Estado se convirtió en un simple gerente que defiende y protege los intereses de los monopolios”.
Es decir, “ya no tiene capacidad para dirigir mentalmente a la sociedad mexicana hacia un proyecto cultural que permita el desarrollo autónomo de la República”.
En comunicado de prensa se dio a conocer lo anterior, en el marco del Foro “Paso Libre a la Cultura, Tratos y Maltratos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, en donde el investigador dijo que es fundamental sustituir –dentro del contexto de la modernidad– la idea de seguir creando un estado mínimo o inframínimo en el área cultural de México.
En su opinión el Estado debe rescatar su función rectora, y no de gerente, en el campo de la cultura y de las publicaciones “sujetas a la dinámica salvaje que han producido las fuerzas del mercado en este terreno y construir otro proyecto de cultura de servicio público basado en la participación de las comunidades”.
Asimismo es necesario que se replanteé el pacto social de comunicación existente entre Estado, medios y sociedad para orientarlo hacia un nuevo pacto tripartita de participación ciudadana, plural y multiétnica que equilibre el actual funcionamiento desigual que dejó el TLCAN en estas últimas décadas.
Esteinou Madrid calificó de indispensable que los ciudadanos presionen al Estado para que el gobierno mexicano cumpla con los tratados internacionales aprobados por nuestro país sobre cultura, como es el Tratado de la Diversidad Cultural para que pueda rescatarse la riqueza de la cultura nacional.
Y finalmente indicó que “el Poder Legislativo defienda todas las garantías y premisas ya incorporadas en la Constitución Política, en junio de 2013, en materias de Radiodifusión, Telecomunicaciones y Competencia Económica para evitar que sean los monopolios los que continúen determinando la esencia de la comunicación y la cultura en las próximas décadas”.
De lo contrario, si se aprueba la versión de las Leyes Secundarias enviada al congreso por la Presidencia de la República, la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados habrán legitimado la Ley Televisa II con sus nefastas consecuencias para el desarrollo del país en el siglo XXI.
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