En el marco del 75° aniversario de fundación de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), José Luis Vera Cortés, director de la institución educativa, informó que por su alto rigor académico y líneas de investigación, cuatro de los cinco programas de maestría y doctorado que imparten, tienen el respaldo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), lo que ha derivado en una importante demanda de aspirantes bianualmente.
Dicha distinción se traduce no solo en la mejora de la enseñanza, sino en el otorgamiento de becas y el establecimiento de convenios con instituciones académicas del extranjero.
La ENAH está adscrito al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), y cuenta con cinco posgrados en Antropología Física, Antropología Social, Arqueología, Historia-Etnohistoria y Ciencias del Lenguaje, la ENAH ofrece además siete licenciaturas.
Planes de studio que tienen reconocimiento en cuatro de los posgrados se da a través de su incorporación en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) y que en conjunto entre la Subsecretaría de Educación Superior, de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y el Conacyt, reconocen la capacidad de formación a nivel posgrado de las instituciones de educación superior y organismos orientados a la investigación o a la práctica profesional.
“En 1984 la ENAH constituyó la División de Posgrado, el primero fue el doctorado de Antropología, que en 1994 fue reconocido por el Programa de Posgrados de Excelencia (antiguo nombre el PNPC). Posteriormente se diversificó la oferta y se crearon los cinco programas actuales, indicó.
“El primero en ingresar al PNPC fue el de Historia-Etnohistoria (maestría y doctorado) en 2004, seguido del doctorado en Antropología Social en 2006, maestría y doctorado en Arqueología en 2007, maestría en Antropología Social en 2008, y maestría en Antropología Física en 2010”, puntualizó el antropólogo Vera Cortés.
Además, permite el establecimiento de convenios con otras universidades, tal es el caso de las europeas de Cantabria, Milán y Granada, así como de Brasil y Argentina, entre otros países americanos, añadió José Luis Vera.
Otros requisitos establecidos por el PNCP, son la eficiencia terminal y la inserción laboral de los egresados, “para ello el INAH resulta un importante campo de trabajo con sus centros de investigación distribuidos en todo el país. Afortunadamente podemos decir que no tenemos egresados de posgrado desocupados”, puntualizó Iparraguirre Locicero.
También, agregó la historiadora, se requiere de infraestructura adecuada y laboratorios para el desarrollo de investigación especializada, así como del apoyo financiero e interés de la institución a la que la ENAH está adscrita, en este caso el INAH.
La convocatoria a los posgrados de la ENAH se abre cada dos años, a la que generalmente concurren alrededor de 300 aspirantes, a fin de ocupar uno de los 20 lugares disponibles —en promedio— en cada maestría y doctorado.
Algunos de los requisitos son un promedio mínimo de 8 y la pertinencia de los proyectos con los temas que se ofertan. Respecto al curriculum de los postulantes, éste es revisado por profesores del plantel y de la UNAM, el Instituto Mora, y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, entre otros organismos.
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