LA GUERRA ENTRE EL COMERCIO LOCAL Y LAS GRANDES TIENDAS DE AUTOSERVICIO
Una empresa capitalista no entiende de lealtades.
Por mucho que la mercadotecnia nos muestre el amor, fraternidad o valores humanos, mientras sea capitalista no habrá lealtad alguna con respecto a sus consumidores.
Cada vez vemos como la balanza comercial se carga hacia el oriente, en particular China que ha dejado de producir artículos chatarras y muestra una gran variedad de manufacturas de buena calidad.
Rara vez encontramos en los mercados, y me refiero en el caso específico de México, productos de primera necesidad alemanes, noruegos o en general europeos. ¿Por qué? Sencillamente su calidad es indiscutible, pero no están dispuestos a negociar por el beneficio de la ganancia de los intermediarios llámese Costo, Wal-Mart o cualquier gran compañía de autoservicio.
Vemos un mercado agresivo dispuesto a ofrecer mercancías compradas y vendidas en el súper mayoreo, este súper mayoreo es la compra masiva de miles y miles de toneladas de productos que son vendidos de forma global a precios que destruyen las empresas locales.
¿Cómo poder competir en un mercado donde producir una lata de duraznos y venderla cuesta entre 2, 5 o 10 pesos más que una lata de mayor tamaño importada de China?
Escuchamos recurrentemente que debemos apoyar el mercado local y los pequeños negocios y eso es cierto. Pero tan cierto es que a veces recurrimos a las tiendas de autoservicio para aprovechar las ofertas que el tendero difícilmente puede ofrecernos. En mi experiencia no hay mejor selección de carne y a mi gusto que la que puedo obtener de la carnicería local.
Por otra, parte he descubierto que en tiendas como Aurrerá, Wal-Mart, Comercial Mexicana y otras invariablemente el peso de las frutas y verduras es muy diferente al momento de que llega a la caja y esas variaciones de pesos y centavos multiplicados por cientos de compradores resulta un truqueado y escondido negocio que bien debería revisar Profeco.
Muchas empresas mexicanas también dependen de hacer llegar sus productos a través de estas empresas y debemos pensar en que es ahí donde también nosotros apoyamos a la industria nacional. Ya que las grandes tiendas de autoservicio muchas veces son solo intermediarios y especuladores más que vendedores directos de los productos.
Es ahí donde uno debe determinar que no siempre las famosas marcas libres que se ofrecen son la mejor opción de producto. Una terrible decisión de mi parte fue elegir el espagueti great value de Wal-Mart para navidad que terminó siendo el peor fiasco que he tenido en momentos tan importantes. Una enorme pérdida de dinero y de tiempo por ahorrarme escasos centavos.
Ahora más que nunca tenemos la capacidad de ser críticos y exigentes consumidores, optar por los productos locales siempre y cuando no se vuelvan un excesivo de costo y, de igual forma, cada vez que asistamos a una tienda de autoservicio determinar que lo que se compra sea realmente lo que necesitamos y lo que directamente ayude al desarrollo de la industria mexicana.
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