LAS REFORMAS QUE AMENAZAN AL GREMIO
Las penas con pan son buenas (si es que todavía alcanza para el pan).
Primeramente, ante la oleada de inconformes con el programa Hoy no Circula, el gobierno capitalino no ha reparado en la importancia de las redes de comercio y transporte que implica la capital, ¿preferirá que los capitales de comercio en la red de distribución de bienes y servicios en especial el de los alimentos termine en otro estado?
Con la obra carretera de Arco Norte bien podría establecerse en Puebla un nuevo centro de distribución comercial del sureste y del golfo hacia los estados del norte sin tener que circular por la zona metropolitana, alejando a inversionistas de transportes y comercio, reduciendo plazas laborales para sus gobernados y qué decir del inevitable encarecimiento de alimentos al dejar de ser el principal distribuidor del país y si uno de los principales consumidores.
¿Qué pretende sepultar los logros de captación turística obtenida por las administraciones pasadas? Las administraciones anteriores realizaron titánicas labores de promoción tanto internacional, pero en particular de forma nacional para que visitantes de todos los estados de la republica disfrutaran de la gran diversidad de actividades públicas, conciertos, museos, teatros, parques de diversiones, restaurantes y miles de atractivos, pero Ud. comprenderá su auto es foráneo por lo cual no podrá circular con libertad los sábados.
Y aunque el artículo 11 de la Constitución de la republica establece que el libre tránsito se refiere estrictamente a la persona y no a sus bienes o medios de locomoción, estas medidas obligan al uso obligatorio de transportes masivos terrestres o aéreos, generando, a mi criterio personal, una discriminación a los transportes de particulares y trasgrede a aquellos que realizan sus pagos puntual y ordenadamente de tenencia, refrendos, verificaciones y revisiones periódicas de los motores.
Otro punto es la afectación directa que las reformas hacendarias han hecho a los pequeños emprendedores que han tenido que cerrar abruptamente sus pequeños sueños de cafeterías, restaurantes, fondas, a los que se les exige de enormes regulaciones fiscales, de seguridad e higiene (aunque estas plausibles e indiscutibles pero tristemente susceptibles a la enorme corrupción de los sistemas de verificación ya sea delegacional o municipal) y las cuantiosas normas para obtener a cabalidad una licencia de funcionamiento y las aún más costosísimas licencias de venta de bebidas con graduación alcohólica.
Finalmente, termino la columna de esta semana con la triste noticia que trasmite la industria de la panificación que pasa por la mayor crisis de su historia por el incremento del 8% de impuesto al pan dulce al catalogarlo entre los alimentos chatarras y tirando por la borda lo que resulta la rica tradición cultural que se ha reflejado en el pan a lo largo y ancho del país con su gran creatividad en formas, colores y nombres tan característicos de nuestro folclore mexicano. Y, por otra parte, de igual forma las duras reformas fiscalizadoras que han ocasionado que prolifere el “pan pirata” de dudosa procedencia y calidad en sus ingredientes de panificación.
La ley es dura pero es ley, sin embargo, creo que estamos cayendo en los absurdos de leyes del estilo del traidor Santa Anna, impopulares no tanto por su severidad, si no por su ineficacia en tratar de conseguir un bien común.
Mancera se ha empeñado en convertir su lema de campaña “decidamos juntos “en mera demagogia.
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