¡JOVENES PROMESAS DE LA GASTRONOMIA!
De mil caminos que se han de recorrer, se empieza por uno…
El pasado fin de semana tuve la oportunidad de convivir con jóvenes promesas de la gastronomía de México. Personalidades graduadas en la licenciatura de gastronomía.
Han tenido la oportunidad de especializarse en restaurantes europeos, aprendiendo de técnicas innovadoras y de la vanguardia misma de la gastronomía a nivel mundial.
Dichos jóvenes han formado un colectivo en la ciudad de Guadalajara, provenientes de diversas ciudades, desde la ciudad de México, Sinaloa, Chihuahua y Guadalajara, Jalisco, denominado 9/86 Taller de gastronomía creativa. En el cual imparten tendencias culinarias, innovaciones tecnológicas y el rescate de la cocina tradicional mexicana, a los estudiantes y empíricos amates de la profesión gastronómica.
Todos ellos galardonados en su etapa de estudiantes en diversos certámenes de la gastronomía en México. Ofrecieron un ágape gastronómico de seis tiempos en el restaurante Atarraya, con el fin de demostrar sus raíces y sus tendencias gastronómicas.
El chef visionario embajador de la cocina sinaloense Juan Carlos Lozoya presentando tostines de pulpo al ajillo con salsa de champiñones.
Hugo Romero, segundo lugar en el certamen de les toques Blanch 2011, presentando una ensalada suprema, de carpaccio de betabel y micro greens de diversos vegetales y aderezos sofisticados y sutiles de pera, mango, así como de queso.
Mauricio Leiva, graduado del Colegio Gastronómico Internacional, estudiado en el Atelier Belge; presentó el platillo “gober precioso” una brillante adecuación del taco gobernador tradicional de Sinaloa con un exquisito bisqué de camarón y relish de jícama.
Antonio Nuño, el orgulloso ganador del platillo panamericano presentando un confit de costillas de cerdo montado en mole de Jamaica y crocantes de camote.
Un servidor presentando una crema milpera elaborada a base de quintoniles y espesada con maíz nixtamalizado con una isla de tamal de maíz azul y jitomate cherry relleno de queso con chapulines y verdolaga criolla; un platillo alterno conceptualizado a la última cena cristiana con estofado de cordero y salsa de hongos silvestres y tabule de trigo, con salsa de chocolate.
Culminando la velada con maridaje de vino tinto del valle de Guadalupe Cabernet sauvignon- uva misión.
Y el célebre postre elaborado por el Chef Oscar Zaragoza Valencia; un encapsulado de frambuesa, cremoso de vainilla blanco y relleno de gelatina de maracuyá con texturas de strussel.
Una velada digna de recordar con comen-sales satisfechos y la esperanza de las promesas de unir la gastronomía libre de egos.
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