RESTAURAN ARCADA MAYOR DEL ACUEDUCTO PADRE TEMBLEQUE
Con inversión de más de 50 millones de pesos a lo largo de 20 años, se lleva a cabo titánica labor, la restauración de lo que en su momento fue la obra hidráulica más importante del siglo XVI en América y el arco más alto del mundo; hablamos del Acueducto del Padre Tembleque, en ella se combinan, por recomendación del arquitecto renacentista León Bautista Alberti, el uso de técnicas y materiales prehispánicos, como el bruñido, que es un adherente en que se combinan cal, agua, baba de nopal y miel de abeja. Asimismo representa un símbolo del mestizaje social al combinar arquitectura de dos culturas, la prehispánica y la hispanoarábiga. Dada la magnificencia de la obra construida hace 450 años, México promueve su reconocimiento como Patrimonio Histórico de la Humanidad. De acuerdo con la información del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el proceso de restauración inició desde principios de los años 90, pero que se aceleró en los tiempos con más recursos y elementos técnicos. Por cierto que de la cifra invertida, 10.2 millones de pesos proceden del Fondo de Embajadores de Estados Unidos. Sobre la restauración se nos informó que en 2014 se realizaron los trabajos de intervención y consolidación de los arcos de piedra de 42 metros de altura que forman parte del antiguo Acueducto del Padre Tembleque, construido en los límites de Hidalgo y Estado de México. Además del valor arquitectónico y de ingeniería, este acueducto tiene otro valor: Refleja una visión comunitaria de cómo resolver problemas de la población pues este acueducto fue construido con la ayuda de personas de 40 comunidades indígenas y los recursos económicos se obtuvieron gracias a la venta de tejidos y deshilados hechos por las manos de las mujeres que habitaban en los pueblos por los que pasa. Se detalla que la consolidación de los arcos más altos del acueducto, localizados sobre la Barranca de Papalote, forma parte de un proyecto mucho más amplio de rescatar y rehabilitar los 42.3 kilómetros de camino hidráulico que entre 1543 y 1560 construyeron juntos españoles e indígenas para llevar agua desde las faldas del Volcán Tecajete hasta la comunidad de Otumba. A lo largo de 20 años, este trabajo ha recibido 40 millones de pesos del gobierno federal, mediante Conaculta y en los estudios ha participado el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Además, en 2012 el proyecto de intervención del acueducto fue elegido para recibir el apoyo económico de 10.2 millones de pesos, otorgado por el gobierno de Estados Unidos, a través del Fondo Embajadores para la Preservación Cultural. A la embajada de Estados Unidos en México le enorgullece colaborar en el rescate de este patrimonio cultural; del 2001 a la fecha, dice que entregó 800 subvenciones a bienes de importancia cultural en 125 países, indicó el embajador estadunidense Anthony Wayne, quien describió al acueducto y sus arcos como una maravilla visual y arquitectónica. Añadió que con este apoyo, manifiesta el respeto que tiene Estados Unidos a todo lo que México ha ofrecido al mundo en materia de arte y arquitectura. El Acueducto del Padre Tembleque está integrado por un gran fragmento subterráneo de más de 40 kilómetros y a éste se suman tres cuerpos de grandes arcos. En este año se trabajó principalmente en la parte más alta de un conjunto de 68 arcos que están muy cerca del final del canal. Hay características que hacen a esta construcción única, como el corte de piedra volcánica, según las recomendaciones de los tratados romanos de arquitectura, pero a esta técnica se sumó el conocimiento tradicional indígena que utilizaba andamios o cimbras de adobe, en lugar de las que usaban los europeos, que eran de madera. Por su parte, María Teresa Franco, directora general del INAH dijo que desde el año pasado se presentó ante la UNESCO, el expediente para solicitar la inscripción de este bien en la lista de patrimonio histórico de la humanidad. Añadió que se realizó ya una primera visita de evaluación y reconocimiento del acueducto.
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