INTENSA ACTIVIDAD CULTURAL
La agenda cultural en México, durante 2014 fue extremadamente dinámica, plena de acontecimientos con resonancia nacional e internacional, pero sin lugar a dudas, lo que más marcó ese año, fue su colaboración en la creación de un ambiente de paz. En esos términos se expresó en una entrevista, el especialista en políticas culturales, Eduardo Nivón Bolán. Destacó que los acontecimientos en Michoacán y Guerrero han impactado al sector cultural, así como al conjunto de la sociedad de forma extrema. La marca de la acción cultural para este año es el compromiso de artistas, promotores culturales y responsables de la cultura por trabajar por la paz ante la necesidad de transformar condiciones de inseguridad y desconfianza, en donde el respeto a la vida sea el principio de cualquier práctica. Para Nivón Bolán, un tema que se debe destacar es el que por primera vez el ejercicio de la programación en materia cultural hiciera referencia a una propuesta de reforma constitucional en donde se establece la obligación de alentar el fortalecimiento y la difusión de la cultura y el reconocimiento del derecho de los ciudadanos por parte del Estado para acceder a la cultura y al ejercicio de los derechos culturales. Otro de los programas que se llevaron a cabo en 2014 fue el de Cultura para la Armonía, puesto en operación en su primera etapa en Michoacán con la finalidad de lograr la cohesión social y el cual se hizo extensivo a otras entidades federativas. Refirió que otro de los acontecimientos relevantes en el año fue que el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes cumplió 25 años de creación, sobre todo porque éste tiene una relación más próxima con los creadores y, fue una respuesta a la demanda por democratizar la participación del Estado en el campo cultural, excluyéndolo de la decisión de qué artistas, formas o corrientes ideológicas o estéticas debía de apoyar. La demanda de que fueran los propios creadores quienes definieran, según la calidad de las propuestas, el destino de los recursos públicos en apoyo a la creación artística, para Eduardo Nivón fue satisfecha con la creación del Fonca por lo que es natural que el 25 aniversario fuera motivo de muy diversas consideraciones, tanto positivas como negativas, aunque a decir verdad, las voces que pedían deshacerse de él fueron escasas. En cuanto al Programa Especial de Cultura y Arte (PECA), el experto recordó que hace un cuarto de siglo, cuando fue creado el Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, como su primer presidente, señaló al patrimonio como el buque insignia de la política cultural y destacó Eduardo, que este objetivo central se mantiene en la actualidad. Aunque al momento de identificar puntualmente los objetivos, el programa se abre a muchos más temas entre los que destacan la transición a nuevos patrones de consumo, posibilidades insospechadas de nuevas tecnologías, nuevas necesidades culturales, grandes desafíos en los ámbitos de la educación, economía y desarrollo social. Por lo que toca al ámbito internacional, México fue sede de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, en cuya reunión preparatoria de ministros de cultura de la región, en agosto, el presidente del Conaculta presentó el proyecto de Agenda Digital Iberoamericana de la Cultura. La propuesta fue integrar un grupo permanente de trabajo, coordinada por la Secretaría General Iberoamericana, apoyada por la Organización de Estados Iberoamericanos con la finalidad de adoptar como ejes de la agenda, la digitalización sistemática del patrimonio cultural, generación de contenidos compartidos, redes y plataformas, tecnología en los espacios culturales, artes digitales e industrias creativas.
2015, AÑO DE LA LUZ Y CULTURA
La Organización de las Naciones Unidas proclamó el 2015 como el Año Internacional de la Luz y de las Tecnologías basadas en la Luz (IYL). Un año antes, en 2014, la UNESCO había tomado esa decisión, a partir de la consideración de que la valoración de las tecnologías basadas en la producción de energía a partir de la luz, supone el cruce de la investigación científica y la educación y, desde luego, la cultura. El especialista aseveró que el reto de México será aprovechar la declaratoria del Año Internacional de la Luz para poner en acción un amplio y ambicioso programa cultural. Las condiciones para ello son muy favorables. La discusión sobre el empleo de adecuados sistemas de iluminación en la difusión y valoración del patrimonio cultural tiene muchas vertientes y hay un importante análisis etnohistórico, artístico y arquitectónico de la relación luz-cultura-patrimonio. La tarea de las instituciones culturales será conectar estas excelentes condiciones de conocimiento y tecnología, a la vida cotidiana de los ciudadanos, sobre todo de los más pobres, cuyas vidas podrían verse mejoradas si aplican nuevos sistemas de producción de energía que sean respetuosos con el ambiente, y que implican cooperación científica, equidad social y, sobre todo, acceso a la cultura a través del elemento primordial como es la luz.
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