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PARTIÓ OTRO GRANDE DE LA ESCRITURA: VICENTE LEÑERO

En septiembre de 2011 recibió la Medalla Bellas Artes, máximo galardón que otorga el INBA, para reconocer la larga trayectoria como creador y su aportación a las letras mexicanas. Esa fue la última vez que estuve cerca del periodista, escritor y dramaturgo Vicente Leñero. Se lo llevó la huesuda, la Catrina, Caronte o como usted guste llamar a la muerte. Con dos minutos continuos de aplausos alrededor de la escalinata principal del Palacio de Bellas Artes, donde descansaban sus cenizas, Leñero fue despedido por familiares, autoridades, escritores, actores y amigos. El secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, junto con el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa; la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (Inba), María Cristina García Cepeda; las hijas del escritor: Estela, Eugenia, Isabel y Mariana; el director de Teatro Luis de Tavira y el director adjunto de la Academia Mexicana de la Lengua, Felipe Garrido, integraron la guardia de honor del último adiós. Entre otros personajes que se dieron cita ahí, estuvieron Eduardo Lizalde, Humberto Musacchio, Julieta Egurrola, Daniel Giménez Cacho, Ignacio Solares, Carmen Aristegui, Adolfo Castañón, Víctor Ugalde, Arturo Beristáin, Marta Lamas y Enrique Singer, entre otros. Vicente fue fundador de la revista Proceso, autor de 10 novelas, 4 colecciones de cuentos, 18 guiones para cine, 14 piezas de teatro e innumerables reportajes, crónicas y textos de memorias. Él brillaba, irradiaba vivacidad e inteligencia, carismático, inteligente y de mejor escribir. Nació en Guadalajara y murió en la ciudad de México el 3 de diciembre, lo que representa una gran pérdida para la literatura en lengua española, porque fue un experto en trabajar la realidad y la ficción. No descubrió el hilo negro ni el agua tibia, porque él era especialista en temas populares, porque los trataba con inteligencia, agudeza y originalidad. Entre la novela, teatro, cuento, crónica y guión cinematográfico desarrolló su obra literaria y ello le valió ser uno de los autores más importantes del siglo XX; así lo demuestran los galardones recibidos, como el Premio Biblioteca Breve en 1963, beca Guggenheim en 1967, Premio Xavier Villaurrutia en 2000 por La inocencia de este mundo, y el Nacional de Ciencias y Artes, en la categoría de lingüística y literatura, en 2001. Leñero nació el 9 de junio de 1933. Estudió ingeniería en la UNAM y periodismo en la Carlos Septién García. Fue director de Revista de Revistas. Se han estrenado, entre otras, sus obras Pueblo rechazado, Compañero, La carpa, Alicia tal vez, Pelearán diez rounds, Hace ya tanto tiempo, Señora, La noche de Hernán Cortés, La mudanza y Nadie sabe nada. Entre los reconocimientos que recibió se encuentran el primero y segundo lugares del Concurso Nacional de Cuento Universitario en 1958, Premio Biblioteca Breve en 1963 por Los albañiles, Premio Juan Ruiz de Alarcón a la mejor obra estrenada en México en 1979 por La mudanza, Premio Mazatlán de Literatura en 1987 por Puros cuentos, Premio Nacional de Literatura Juan Ruiz de Alarcón en 1992 por su trayectoria como dramaturgo, Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez en 1997, Medalla Salvador Toscano en 2008 por su trabajo como guionista y Presea Caridad Bravo Adams en 2014. Además de los títulos mencionados, sobresalen sus novelas Estudio Q, Los periodistas, El evangelio de Lucas Gavilán y La gota de agua, y los guiones en los que participó, de películas como Cadena perpetua, El callejón de los milagros, La ley de Herodes y El crimen del padre Amaro.

MAÑANA MALDECIRÁN MI NOMBRE
El montaje teatral ¡Mañana maldecirán mi nombre! es una propuesta escénica que explora las relaciones humanas influenciadas por la fascinación por el poder, abuso y violencia entre mujeres y hombres. A partir de la obra Ricardo III de William Shakespeare se exploran, desarrollan y reinterpretan los conflictos de los personajes femeninos del drama isabelino, desde una perspectiva que aborda el ámbito de lo privado para encontrar su dimensión política y social. La dramaturga Lucia Leonor Enríquez crea una serie de fragmentos escénicos que, más que contar una historia, permiten al espectador encontrar vínculos en cada momento dramático con temáticas como abuso del poder, despojo, seducción y violencia. El texto fue creado a partir del análisis y selección del material shakespeareano, los ejercicios escénicos desarrollados por el equipo de actrices, actores y músicos que integran el elenco de la puesta en escena e imágenes de los regímenes totalitarios del siglo XX. La dirección está a cargo de Roberto Eslava, quien con este montaje concluye sus estudios en la Maestría en Dirección Escénica de la Escuela Nacional de Arte Teatral, bajo la asesoría de maestros como David Olguín, Mauricio Jiménez e Ignacio Escárcega, entre otros. La puesta en escena tendrá una breve temporada del 4 al 14 de diciembre de 2014. Las funciones serán de miércoles a viernes, a las 20; sábados, a las 19 y domingos, a las 18 horas, en el Teatro Salvador Novo del Centro Nacional de las Artes.

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