Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior, declaró que la conectividad es esencial, pues permite que se apoye al alumno y evitar la deserción de su educación. “Sigue vigente el problema de la conectividad, pues se padece de una brutal disparidad que existe en el sistema superior de la educación”, ratificó.
COVID-19 pone a prueba el sistema educativo mexicano: millones de alumnos no tienen acceso a la educación en línea, pues la falta de conectividad y de preparación digital docente se interpone a la estrategia de clases a distancia implementada por la SEP para hacer frente al coronavirus.
Dijo que la COVID-19 la educación superior en México fue retada y cuestionada su relación con sus alumnos. Quizá una ganancia de la pandemia en la nueva forma de aprender y somos corresponsables con los equipos de salud y en las 140 universidades Benito Juárez, como en los planteles de universidades ya establecidas para mantener la comunicación constante.
Además que en la nueva normalidad se crearán equipos médicos y difusión de la importancia de la sensibilización sobre la protección de la salud.
La conectividad puso en evidencia a las universidades de todo nivel y ANUIES detalla que 25% de los alumnos tienen nula o muy mala conexión al Internet y el aprendizaje. Siendo los celulares la forma de comunicación más común.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) -obtenidos en su Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019- solo alrededor del 40% de los hogares en México cuentan con una computadora.
Cerramos el pasado semestre con cursos a distancia y en el comienzo del nuevo y con el esperado regreso a clases, se deberá adoptar un esquema mixto. “Empezamos a cuestionarios a dónde está la educación, debemos aprovechar los esquemas online”.
Además que estamos fomentando un esquema de educación social, donde se busca una relación más estrecha con el mundo laboral; implantaremos un programa de economía social. Un ejemplo es el sistema universitario Politécnico que será bajo un esquema de aprendizaje modular, un contacto directo de los alumnos con el mundo del trabajo.
El reporte “La educación en tiempos de la pandemia de COVID-19”, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), detalla que la interrupción del ciclo escolar puede implicar una acentuación de las brechas educativas preexistentes en la región entre estudiantes de situación más vulnerable y aquellos más aventajados en cuanto a resultados de aprendizaje y otros indicadores educativos, como la progresión y la permanencia en la escuela.
Unesco respecto a 25 países latinoamericanos, de no ser por la pandemia el gasto educativo habría aumentado un 3.6% de 2019 a 2020.
Dada la contracción económica, la cantidad de recursos disponibles para la educación podría disminuir más del 9% tan solo en 2020 con consecuencias reales en el presupuesto que podrían observarse recién en 2021.
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