De acuerdo al último informe del Banco Mundial (BM) revela que América Latina y el Caribe registró un aumento del 50 por ciento en el número de personas que accedieron a la clase media en la última década, algo que los economistas consideran un logro histórico en una región largamente dividida por la desigualdad.
El informe, “La movilidad económica y el crecimiento de la clase media en América Latina”, revela que la clase media en la región creció hasta comprender unos 152 millones de personas en 2009, comparado con 103 millones en 2003, un aumento del 50%.
“La experiencia reciente en América Latina y el Caribe le muestra al mundo que se puede brindar prosperidad a millones de personas a través de políticas que encuentran un equilibrio entre el crecimiento económico y la ampliación de oportunidades para los más vulnerables”, dijo el Presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim.
Sin embargo hizo un llamado para los gobiernos latinos al indican que tienen mucho por hacer ya que existe un tercio de su población en pobreza. Y en América Latina, la clase media y los pobres representan aproximadamente la misma proporción de la población, de acuerdo al informe.
Durante décadas, la reducción de la pobreza y el crecimiento de la clase media en América Latina y el Caribe (ALC) avanzaba a un ritmo muy lento, a medida que el bajo crecimiento y la persistente desigualdad frenaban el progreso. En los últimos diez años, sin embargo, la suerte de la región mejoró significativamente gracias a ciertos cambios de política pública que enfatizaron la prestación de programas sociales junto a la estabilidad económica.
El resultado: la clase media creció un 50 por ciento hasta abarcar el 30 por ciento de la población regional en 2009. Uno de los éxitos más resonantes es Brasil, que da cuenta de un 40 por ciento del crecimiento de la clase media en la región; Colombia, en donde el 54 por ciento de la población mejoró su nivel económico entre 1992 y 2008; y México, que vio el 17 por ciento de su población unirse a la clase media entre 2000 y 2010.
El informe revela que algunos de los factores más importantes a la hora de favorecer la movilidad ascendente en América Latina son un mayor nivel educativo entre los trabajadores; mayor nivel de empleo formal; más personas viviendo en áreas urbanas; más mujeres en la fuerza laboral y familias más pequeñas.
Define a los integrantes de la clase media como aquellos con un ingreso entre 10 y 50 dólares por día y per cápita. Este nivel de ingreso proporciona una mayor capacidad de recuperación ante eventos inesperados y refleja una menor probabilidad de volver a caer en la pobreza.
El informe, sin embargo, también describe una cuarta clase vulnerable, subrayando la necesidad de que los países hagan mucho más por incrementar la prosperidad general. A los miembros de esta clase vulnerable, que representa el 38 por ciento de la población, les fue mucho mejor que a los pobres en términos de ingreso, pero aún carecen de la seguridad económica de la clase media. Atrapados entre los dos, esta clase vulnerable tiene ingresos diarios de entre 4 y 10 dólares per cápita.
En todo el mundo, una clase media más grande puede significar mejor gobernanza, mercados crediticios más profundos y un mayor gasto en sectores sociales como salud pública y educación. Sin embargo, esta fórmula aún no se ha materializado del todo en América Latina, indican los autores del informe. Lo atribuyen a razones históricas.
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