El Sahara es el desierto más grande del mundo y su corazón se encuentra en la región de Fezzan, Libia. Este ecosistema es admirado por sus espectaculares paisajes ya que es un territorio enteramente de arena y piedra está rodeado por un inmenso mar, con temperaturas que llegan a los 76 ° C y zonas en las que llueve cada 10 años; además, hacia sus adentros puedes encontrar los famosos oasis y diversas maravillas:
En eras geológicas previas esta zona era relativamente húmeda y fértil por lo que actualmente se encuentran los “ríos fósiles”: ríos con mucha fuerza que recorren el desierto en sus profundidades, algunos incluso dan nacimiento a una que otra palmera. Otra de sus maravillas son los “mares de arena”, regs con descomposición de hierro que se acumula entre una cordillera de dunas, formando unas magistrales combinaciones de dorado y blanco perla.
En la actualidad ya existen hoteles y viajes turísticos que permiten conocer estas bellezas con las comodidades del mundo occidental al que estamos acostumbrados, valdría la pena darse una vueltecita (bueno, se vale soñar…)
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