Cuando un cabello es hallado en la escena de un crimen conserva su raíz o bulbo piloso, éste puede ser un elemento clave en una investigación pericial, ya que su ADN nos permitirá saber si pertenece a una víctima o a un posible sospechoso, explicó Alejandra Reyes Cabrera, bióloga experimental.
El cabello humano es una excreción filamentosa, flexible y elástica de la piel, originado en el folículo piloso por invaginación de la epidermis (formación de un repliegue hacia adentro de la piel) y crece hacia el exterior del cuero cabelludo.
Dicho filamento defiende la cabeza del ser humano de la radiación lumínica y calórica, es un aislador térmico y resistente ante las condiciones atmosféricas.
En comunicado de prensa, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la investigadora señaló que el cabello de una víctima debe ser analizado y comparado con filamentos ajenos al cadáver que hayan sido localizados sobre él o en cualquier parte de la escena de un crimen, y así saber a quién le pertenece el material genético encontrado. A este tipo de cabello se le conoce también como testigo.
Para saber si el ADN del cabello testigo corresponde a alguien que presenció el crimen, debe llevarse a cabo un estudio comparativo entre dicho pelo y un filamento sustraído del posible sospechoso, por parte de autoridades pertinentes.
En el análisis de comparación, las variables por considerar son: la longitud, el grosor y de la médula, el pigmento, apariencia de la punta, textura, forma y ubicación corporal de donde proviene el filamento. Si, después de la examinación, cada variable coincidió, la persona implicada se convierte en un sospechoso.
Reyes Cabrera señaló que no todo lo que parece ser cabello humano lo es, ya que, en muchas ocasiones, se puede tratar de fibra o sintético; aunque, si llegara a ser filamento sintético, este hallazgo resultaría pertinente para la investigación.
También ayuda en la reconstrucción de toda la escena de un crimen, le brinda una ubicación a cualquier individuo que haya estado ahí, descarta sospechosos, y determina si la víctima de defendió, comentó la bióloga. Actualmente el cabello humano ha servido para que los homicidios, secuestros, violaciones y otros delitos sean aclarados y se castigue a los responsables.
Tal es el caso de Osman Fernando Osorio Arguijo, miembro de la banda “Los Osorios”, quien mantuvo prisionero al periodista Alfredo Villatoro por varios meses; esto en Tegucigalpa, Honduras.
Otro ejemplo de la utilidad del pelo se hizo evidente en el asesinato de Gastón Bustamante, un menor de 12 años que resultó muerto durante un robo, en Miramar, Argentina, donde se solicitó a familiares una muestra de cabello para compararla con la hallada en el cuerpo del niño.
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