Ante la carencia de un verdadero liderazgo por parte de la autoridad educativa federal para dotar a las escuelas con condiciones materiales óptimas y emitir protocolos de regreso detallados, y sumado a la decisión de algunos estados del país de retrasar el regreso, en Mexicanos Primero reiteramos que el derecho a aprender no puede detenerse e instamos a la autoridad educativa a dar lineamientos, acompañar a las comunidades educativas y trabajar con los estados para un regreso ordenado y escalonado que permita que niñas y niños permanezcan en escuelas seguras.
La presencialidad es un proceso, el derecho a aprender NO. Si las condiciones de salud requieren que la apertura de escuelas sea escalonada y que responda a los datos de las autoridades de salud, está bien retrasar unos días el regreso presencial; sin embargo, el derecho a aprender no debe suspenderse.
En las circunstancias actuales y con una nueva variante de COVID, es importante que la autoridad ofrezca condiciones reales para el regreso, con un marco nacional que permita a las comunidades escolares saber qué hacer en el regreso, qué hacer en caso de una contingencia, cómo proteger a estudiantes y docentes y, principalmente, cómo lograr volver a las aulas para que cada niña, niño y joven pueda ejercer su derecho a aprender, y los rezagos en el aprendizaje y brechas, no se hagan más grandes.
Reconocemos el esfuerzo del gobierno federal para dar inicio a la dosis de refuerzo para docentes y hacemos un llamado para impulsar la vacunación de NNJ desde los 5 años para contribuir a minimizar el riesgo de contagio en las escuelas y, sobre todo, el riesgo de enfermedad grave. La SEP ha intentado minimizar la situación de salud, así como las necesidades de seguridad en las escuelas y ha dejado solas a las comunidades escolares que se han tenido que organizar para tomar decisiones. Eso genera desconfianza en las familias y ante la incertidumbre, padres y madres han decidido no llevar a sus hijas e hijos a las escuelas.
La SEP ha manifestado que las clases presenciales son vitales para atender la salud socioemocional y el aprendizaje de NNJ, pero este objetivo no se logrará si las familias sienten que no se hace lo suficiente o que no existe seguridad o condiciones adecuadas en las escuelas.
En diciembre de 2021, el Ejecutivo Federal instruyó que en enero de este año la totalidad de escuelas deberían tener actividades presenciales; para que esto sea una realidad, se debe reconocer el impacto de las nuevas variantes del virus, el aumento de casos de contagio, y generar acciones coordinadas entre la SEP y las autoridades estatales.
Se requiere que la SEP establezca lineamientos de orden federal que se articulen con la respuesta de cada estado, así como con el ajuste de cada comunidad escolar para que, con información pertinente, puedan tomar las mejores decisiones de acuerdo a su contexto, y en caso de contingencia sanitaria, tener un verdadero plan para que no se deje la responsabilidad del aprendizaje en el programa Aprende en Casa, que ya se demostró, no es efectivo.
Las y los niños deben estar en las escuelas, pero no sin un plan de regreso seguro en el que tengan las mismas oportunidades sin ponerse en riesgo, ni poner en riesgo a sus docentes.
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