Los fósiles de un nuevo estudio, publicado en “Science”, conservan las fases del ciclo de la vida de un organismo parecido a una ameba dividiéndose en ciclos asexuales, en primer lugar para producir 2 células, luego 4, 8, 16 y así sucesivamente, resultando en cientos de miles de esporas, por lo que podría desvelar el origen evolutivo de los animales de una sola célula. Según han explicado los expertos, el patrón de la división celular es tan similar a las primeras etapas embriológicas de los animales (incluyendo humanos) que en un comienzo se pensaba que representaban a los embriones de los primeros animales. Investigadores suizos estudiaron los fósiles microscópicos y revelaronn la organización de las células dentro de las paredes del quiste de protección. Los organismos no debían haberse fosilizado, pero fueron enterrados en sedimentos ricos en fosfato, que impregnaron la paredes celulares convirtiéndose en piedra.
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