Para evitar la deserción escolar por motivos económicos y que los niños, niñas y adolescentes no caigan en las manos del crimen organizado, se dio a conocer que el gobierno delegacional en Tláhuac, de Rigoberto Salgado Vázquez, lleva a cabo el programa «Escuelas para la Vida», cuyo objetivo es proporcionar herramientas extracurriculares a los menores de edad que ayuden a su formación académica y personal.
Indicó que «con esta acción se pretende prevenir que este sector de la población sea coptado por la delincuencia y alejado de un futuro alentador y promisorio ante la falta de oportunidades educativas».
Precisó que durante el año y medio de su gestión, se han invertido 36 millones de pesos en el citado proyecto, único en América Latina, al cual hasta este momento se han inscrito cinco mil 200 niños, niñas y adolescentes, mientras el gobierno de Enrique Peña Nieto destina, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), invierte sólo 150 millones de pesos para su programa “Cultura en tu escuela”,
De acuerdo con la responsable de aplicar este proyecto, Elizabeth Verónica López Ramírez, quien además es directora de Seguridad Pública en la demarcación, hasta este momento cinco mil 200 mil menores han sido beneficiados con este proyecto, único en América Latina, y cuyo lema es “Sembrando futuro para la paz en Tláhuac”.
Cabe recordar que la población infantil en la demarcación es de alrededor de 117 mil 488, de los cuales 30 mil 740 se ubican entre los 0 y cuatro años de edad; 33 mil 43 están entre los cinco y nueve años de vida; 32 mil 860 están en la población que actualmente se encuentra entre los 10 y 14 años de edad y 20 mil 845 se ubican en el rango de entre 15 y 17 años.
Un estudio de Víctor Manuel Segura Pérez titulado ”Diagnostico de la deserción en Tláhuac” señala que a diferencia de América Latina, en México y en el caso particular de Tláhuac, el mayor porcentaje de los niños y niñas no desertan en nivel primaria o secundaria, sino en el nivel medio superior. Las causas son diversas, algunas de ellas son: la edad de trabajar, falta de dinero, estímulo de los padres y de gran importancia su ámbito social.
El experto en la materia explica en la investigación que se encontró que el 60 por ciento de la población en Tláhuac se encuentra en riesgo de desertar a partir del nivel medio superior y por ende el superior, ya que el 61 por ciento de los padres encuestados no pueden asegurar la educación de sus hijos.
A esta conclusión se suman el número de habitantes por familia y del gasto estimado por alumno (los cuales son de 2 a 4 estudiantes por familia) en relación al nivel de estudio lo que eleva por un lado el gasto destinado a la educación y por otro disminuye el gasto destinado a otras necesidades.
En resumen, si el ingreso de una familia en Tláhuac, es menor de dos salarios mínimos y por cada una hay dos estudiantes, encontraremos que la deserción escolar es resultado del bajo nivel económico en comparación con el costo por alumno.
Ampliando este panorama, la Secretaría de Salud, a través de la Dirección de Servicios Educativos del Distrito Federal, realizó en la Demarcación un estudio de las colonias que presentan un alto y muy alto grado de marginalidad, el resultado mostró, que, de las 37 Unidades Territoriales con que cuenta la Delegación, 29 presentan un alto y muy alto grado de marginalidad, ya que el ingreso obtenido, no solamente se destina a la educación de los hijos, sino también a cubrir las necesidades básicas de la familia como son: alimentación, casa, salud, vestido, calzado y actividades recreativas.
Es decir, el 78 por ciento de la población calificada con alta y muy alta marginalidad albergan a 35 de 40 escuelas primarias.
Ante este escenario desolador el Delegado Rigoberto Salgado Vázquez en su documento de presentación del programa Escuelas para la Vida reconoce que nadie puede aprender, crear, imaginar o innovar en un marco de miedo y desesperanza, por ello la educación, la cultura, el arte, el deporte y la ciencia deben dar la oportunidad de avanzar hacia la formación de una sociedad creativa y forme ciudadanos capaces de detonar la participación en pro de una cultura de paz, en la que la diversidad y los derechos culturales sean una obligación.
Y es que esta acción de Gobierno instrumentada por Rigoberto Salgado Vázquez tiene claro que “el delito no se combate con más cuerpos policiacos, patrullas y armas, porque es un problema que se profundiza por el contexto económico y social”.
A su vez, Elizabeth Verónica López Ramírez explicó que los beneficios de “Escuelas para la Vida es ofrecer herramientas curriculares en diferentes disciplinas como ciencia y tecnología, inglés, fútbol, danza, artes plásticas, música y teatro, con lo cual se pretende favorecer el desarrollo humano por medio de experiencias creativas, culturales, educativas y deportivas, lo que le ayudará en la formación de los menores con la obtención de un mayor nivel de habilidades, competencias y bienestar.
Indicó que Escuelas para la Vida está conformada por un Consejo Académico (pedagogos, psicólogos, trabajadores sociales y médicos); por una Coordinación Administrativa Académica; un coordinador por cada una de las disciplinas, capacitadores, y personal administrativo y de mantenimiento.
Las siete disciplinas que se imparten están divididas en sedes ubicadas de manera estratégica en zonas de alto índice delictivo, de esta manera este programa ayuda a combatir la discriminación y a propiciar condiciones de equidad para los menores que por la condición económica de sus familias no puedan acceder a estas disciplinas del arte, la ciencia, la tecnología en un plantel privado.
Por ello, su carácter es gratuito y universal con la garantía de ofrecerles los materiales e insumos para el desarrollo de su actividad, con lo que se previene la deserción, enfatizó la funcionaria.
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