Se dio a conocer que diversos estudios de científicos mexicanos del Instituto Tecnológico de Sonora, la Universidad Autónoma de Chihuahua, la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad Autónoma de Sinaloa y la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro difundieron un estudio sobre flujo de genes en maíz cuyos resultados demuestran que las medidas de coexistencia entre sembradíos de maíz transgénico y maíz convencional pueden ser implementadas satisfactoriamente en México para minimizar el flujo de polen.
Dicho estudio se titula “Flujo génico mediado por polen en maíz: Implicaciones en los requerimientos de aislamiento y la coexistencia en México, el centro del origen del maíz”, en donde los investigadores mexicanos comprobaron de manera científica, luego de evaluaciones de campo sobre flujo de genes en el maíz que se realizaron en seis estados (Baja California Sur, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas) durante los años 2011 a 2013, que es viable la coexistencia de cultivos de maíz genéticamente modificado con cultivos de maíz convencional, ya que los porcentajes de entrecruzamiento registrados son menores al 1% a partir de los 20 metros.
El equipo de investigadores de instituciones de educación superior estuvo conformado por Luciano Castro Espinoza y Marco Antonio Gutiérrez del Instituto Tecnológico de Sonora; Armando Espinoza Banda de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro; José Antonio Garzón Tiznado y Jesús Ignacio Madueño Martínez de la Universidad Autónoma de Sinaloa; Juvencio González García y Hugo Raúl Uribe Montes de la Universidad Autónoma de Chihuahua y José Luis Guzmán Rodríguez y Francisco Zavala García de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Los resultados del estudio, validados a través del proceso de revisión por pares de la publicación científica PLOS ONE, abren la posibilidad para que pueda sembrarse maíz transgénico en México, considerado como centro de origen de esta semilla, y conservar al mismo tiempo la riqueza de las 59 razas de maíz nativo que no se utilizan en las zonas que fueron autorizadas para la liberación del maíz transgénico.
Al respecto, José Antonio Garzón Tirado, investigador de la Facultad de Ciencias Químico Biológicas, UAS, dijo que “el estudio se determinó el porcentaje de entrecruzamiento (frecuencia por distancia); con los datos de campo obtenidos se modeló el flujo de polen en maíz bajo condiciones de campo en México. En concordancia con estudios similares que se han desarrollado alrededor del mundo se observó que los valores de entrecruzamiento más elevados se presentan en las plantas de maíz adyacentes a la fuente de polen y disminuye rápidamente al aumentar la distancia”.
El objetivo de esta investigación fue generar datos de campo del entrecruzamiento de maíz a maíz para ayudar en las discusiones sobre la coexistencia en México, centro de origen de este grano, en donde se han tomado medidas por el gobierno y la sociedad para preservar la identidad y la diversidad de maíces nativos y sus parientes silvestres.
Los resultados sugieren que las medidas de coexistencia que se han implementado en otras zonas geográficas, tales como aislamiento por distancia, serían exitosas en México para minimizar el flujo de polen de maíz transgénico a híbridos de maíz convencionales, maíces nativos y parientes silvestres.
“Los resultados de la investigación son un elemento que ayudará a los agricultores a decidir qué tipo de semillas quieren sembrar en sus cultivos, ya sean para producción convencional, orgánica o con biotecnología que mejor se adapte a sus necesidades, con la certeza de que, bajo los parámetros establecidos, la presencia de polen de otro sembradío es mínima”, indicó Garzón Tirado.
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