Ante la necesidad de mejorar los sistemas educativos y la implementación de la Reforma Educativa, un nuevo informe de la OCDE destaca que la falta generalizada de evaluación del impacto de estas reformas que conllevará la educación nacional podría obstaculizar su eficacia y perjudicar los resultados educativos no sólo de México sino de los países integrantes de este organismo.
Dicha publicación: Education Policy Outlook 2015: Making Reforms Happen afirma que se da poco seguimiento a las nuevas políticas adoptadas. Entre su fecha de arranque y la publicación de este informe, solo alrededor de una de cada 10 de las 450 diferentes reformas puestas en marcha entre 2008 y 2014 fueron sometidas por los gobiernos a una evaluación de impacto.
La medición más rigurosa y constante del impacto de las políticas resultará más rentable en el largo plazo, sostiene la OCDE. Asimismo, garantizará que las reformas futuras se basen en políticas que han demostrado su eficacia durante un periodo de tiempo independiente de presiones o ciclos políticos.
Al respecto, Andreas Schleicher, Director de Educación y Competencias de la OCDE, dijo que “demasiadas reformas educativas están fallando en medir el éxito o el fracaso en el aula. Si bien es alentador observar que se presta mayor atención a los resultados, en vez de simplemente aumentar el gasto, es fundamental que las reformas cuenten con el tiempo necesario para surtir efecto y para que éste se analice.”
Añadió que “la educación representa el 12.9% del gasto gubernamental, y el gasto total en todos los países de la OCDE es de más de 2.5 billones de dólares al año (cifra equivalente al PIB del Reino Unido)”, añadió. “Esta valiosa inversión debe emplearse de la manera más eficaz. Es necesario transformar las reformas planteadas en papel en una mejor educación en nuestras escuelas y aulas.”
En el informe se menciona la actual tendencia a la convergencia en las prioridades de reforma en toda la OCDE. De las reformas analizadas, la mayoría se enfocaron en: apoyar la atención a estudiantes desfavorecidos y la atención a la primera infancia; reformar los sistemas de educación vocacional y desarrollar vínculos con empleadores; mejorar la formación y el desarrollo profesional de docentes, y reforzar la evaluación y valoración de las escuelas.
En un segundo informe de la OCDE se resalta la continua necesidad de mejorar la educación. En la publicación Education at a Glance Interim Report: Update of Employment and Educational Attainment Indicators, se menciona que, en todos los países de la OCDE, casi una de cada seis personas entre 25 y 34 años de edad no cuenta con las competencias que se consideran esenciales para funcionar en la sociedad actual, y la situación ha cambiado poco desde 2003.
Cabe mencionar que 13 países de la OCDE tienen un 15% o más de jóvenes no cualificados, entre ellos Francia, Países Bajos, Noruega, Dinamarca, Nueva Zelanda e Italia.
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