Se dio a conocer que se firmó un convenio de colaboración entre las instituciones de educación superior, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Tecnológico de Monterrey (ITESM), que permitirá sumar capacidades en pro de la transformación de sectores estratégicos para el país a través de la ciencia, la tecnología y la innovación.
Esta alianza implica una colaboración para complementar las competencias de ambas universidades en áreas como son la capacidad Científica y Tecnológica de la UNAM, aunada a la capacidad de Transferencia Tecnológica −Vinculación Empresarial− y de Emprendimiento del Tec, para realizar proyectos de alto impacto en temas como Educación, Energía, Salud y Tecnologías de Información y Comunicación (TICs).
Enrique Graue Wiechers, Rector de la UNAM, dijo que “el panorama educativo del país exige que las instituciones de educación superior sigan creciendo y sumando esfuerzos, además de buscar nuevas formas de enseñar, pues sólo se atiende a una tercera parte de los jóvenes en edad de cursar este nivel educativo”.
Por su parte, Salvador Alva Gómez, presidente del Tecnológico de Monterrey, destacó que “nos llena de orgullo poder unir fuerzas con la máxima casa de estudios de nuestro país para contribuir con la transformación de la educación que México tanto necesita. A través de esta colaboración seguimos materializando una de nuestras principales iniciativas estratégicas. Investigación que Transforma Vidas, que busca generar soluciones innovadoras para el desarrollo económico, social y sustentable de México”.
Cabe mencionar que entre la UNAM y el Tec de Monterrey suman más de 45 mil profesores en áreas clave para el progreso de México, que trabajarán de la mano en la organización de simposiums y programas académicos, el desarrollo científico y tecnológico enfocado a la generación de patentes y prototipos, la elaboración de modelos de negocio, transferencia y licenciamiento del conocimiento, el intercambio de experiencias en la promoción de la cultura emprendedora y los procesos de vinculación entre los actores de la academia, los gobiernos y las empresas, y el desarrollo de proyectos conjuntos tanto en el campo académico internacional como en la cooperación para el desarrollo social en otros países.
En el arranque del convenio, las instituciones tienen previsto colaborar en tres grandes iniciativas:
ENERGÍA: investigación y formación de talento especializado en la cadena de valor de hidrocarburos.
SALUD: desarrollo tecnológico de aplicaciones reales y viables para la industria farmacéutica.
TICs: identificación de tendencias de uso de la tecnología en las nuevas generaciones, fomentando el trabajo colaborativo y la ideación de proyectos para generar oportunidades de negocio y difundir el conocimiento adquirido.
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