En la presentación del libro Innovación a la Mexicana, el exsenador, Ramón Muñoz, indicó que la innovación es un concepto inherente al ser humano, que siempre busca sobresalir y resolver aquellos aspectos que en principio parecen cosa común, pero que requieren avanzar como la misma sociedad.
Ello lo ejemplificó con su publicación y diversos aspectos de innovadores mexicanos que han logrado desde crear juguetes, colchas 3D, los juegos artificiales de Londres 2012, a quienes han creado programas para los gadgets.
Dijo que “todos tenemos la capacidad para innovar y ésta se multiplica cuando los entornos resultan propicios, se reconoce el poder de los paradigmas y se impulsan buenas prácticas que se incorporan como parte de la cultura. El paso siguiente es la detonación del desarrollo económico y social”.
Este apublicación fue presentada en el Senado de la República, por parte del ahora presidente de la Comisión Nacional de Innovación, de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), e integrante de la Mesa Directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, AC (FCCyT).
Advirtió que en la confluencia de dos revoluciones: la tecnológica y la del conocimiento, son los emprendedores quienes mejor aprovechan los entornos que propician una cultura de la innovación, pues –dijo– enfrentan un mundo de desafíos que tienen que remontar, y se ven obligados a hacer de ella una cultura nacional.
Para lo cual se supeditó a cinco consideraciones fundamentales que determinan el éxito de una persona, un grupo, una comunidad o una nación: 1) el liderazgo, 2) los valores, 3) la flexibilidad, 4) la pasión y 5) la innovación. Esta cadena es indivisible, de tal modo que la innovación sin liderazgo es imposible.
En paralelo, innovación a la mexicana basa su característica en cinco ejes distintivos: 1) innovar la cultura nacional; 2) democratizar la innovación; 3) atender y mitigar la pobreza; 4) mejorar la calidad de vida de la población, y 5) innovar desde la diversidad.
En comunicado de prensa se señaló que la innovación a la mexicana tiene, sin embargo, un reto insoslayable, asegura Ramón Muñoz: vincular a los actores más importantes del ecosistema del conocimiento, la tecnología y la innovación, que son: empresa, academia, gobierno y sociedad.
Ese conjunto de actores da vida a la generación de nuevos conocimientos que pueden convertirse en innovación, mediante la promoción de la vinculación, las políticas públicas y los cuadros normativos necesarios para hacer de éstos un círculo virtuoso, que crea nuevos o mejorados productos o procesos que impactan en el mercado, incrementando la productividad, al rentabilidad y la competitividad.
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