Con materiales cien por ciento reciclados como botellas de tereftalato de polietileno (PET), cartón, tela de retacería, esponja y plástico duro, estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en la Ciudad de México (CDMX) construyeron un sillón ecológico, que resiste un peso de 100 kilos, y está pensado para utilizarlo en los hogares y oficinas.
Este proyecto se llama: Ecosofá, que se ha consolidado en una pequeña empresa enfocada en la sustentabilidad, la cual ofrece productos muy económicos, fáciles de transportar y que cuidan el medio ambiente, ya que, al adquirir los sillones o taburetes, se contribuye a disminuir la contaminación que existe en el planeta debido a los desechos de PET.
Quienes la conforman son los universitarios, Rosario de Jesús Martínez, Marlene Nochebuena Hernández, Mauricio Castañeda Straffon, Juan Carlos Ramón Lozada Reséndiz y Emerson Ortega Rangel, que explicaron que el proceso de construcción del sofá tardó aproximadamente seis horas, porque primero construyeron el contorno y la base, para después colocar las botellas, posteriormente añadieron la esponja y el cartón.
Los estudiantes mencionaron que pretenden ofrecer un producto que cuide el medio ambiente y que su elaboración sea un trabajo artesanal; es decir, que toda la producción sea hecha a mano.
Nochebuena Hernández indicó que, para mantener la forma y medida de las botellas, el tamaño del sillón debía ser de acuerdo a éstas. Para el sofá utilizaron aproximadamente dos kilos y medio de PET, los cuales obtuvieron de bodegas de desperdicios industriales y de la basura.
Los creadores colocaron las botellas estratégicamente para que puedan resistir un peso de cien kilos y su estabilidad sea adecuada para el descanso de las personas.
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