La tecnología es un proceso social amplio, que no sólo debe crear comunicación e información, sino conocimiento, como capacidad elementalmente humana para resolver problemas, consideró Jorge A. González, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.
El investigador, indicó que la información es todo aquel contenido que reduce incertidumbre, y la comunicación designa la coordinación de acciones, siempre pautada por las relaciones sociales, definió el universitario.
El integrante del Programa de Investigación en Epistemología de las Ciencias y Sistemas de Información y Comunicación del CEIICH, consideró que las nuevas tecnologías también pueden generar desconocimiento. “¿A mayor número de computadoras, mayor conocimiento?, falso, su uso es inducido”, planteó.
El académico se refirió a la raíz de la palabra “ciber”, que proviene de Kybernetes, “guber”, la misma raíz de “gobierno”, que alude a quien lleva el timón con autodeterminación o autogobierno. “Podemos desarrollar esa capacidad, potenciados por la inteligencia y la tecnología”.
Por ello, propuso agregar a las siglas TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), otra letra “C”, que indique su necesaria colaboración en la creación del conocimiento.
También pidió a los estudiantes formar pequeñas comunidades de saber local y facultar su capacidad para escuchar. “La inteligencia depende de cuánto escuchas. Si se aborda a una persona o grupo diferente a nosotros, se deben facilitar las condiciones para escucharlos”.
La inteligencia es un proceso colectivo que está distribuida en artefactos sociales. “Es justo nuestra ligadura hacia los objetos lo que nos hace humanos, pues la sociedad es también una estrategia de sobrevivencia, donde no se mantienen los más fuertes, sino los más flexibles”.
Comentarios Cerrados