Madero, un inocentón

Siendo Francisco I. Madero un burgués inexperto en lides políticas, no supo negociar, resolver ni poner en su lugar los problemas y rivales nacionales y del extranjero, como el que tuvo con el pútrido y corrupto embajador gringo Henry Lane Wilson. Al final de cuentas, todo eso lo arrolló y lo llevó a cometer el más grave error, confiar y dar el mando militar a Victoriano Huerta, lo que a su vez culminó con el asesinato con sevicia de Gustado Adolfo Madero, el golpe de estado y el consecuente homicidio del mismo Presidente y su vicepresidente, José María Pino Suárez. Algunos datos, no todos, nos lo proporcionaron durante el Paseo Histórico “A 100 años de la Decena Trágica” organizado por la Coordinación de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura del DF; las guías que lo dirigieron fueron: Mi Margarita Arias, Edith Castellanos y Gabriela Aguirre. El paseo inició en el “Caballito de Madero” que se encuentra en la calle de Ángela Peralta, esquina con avenida Juárez, para mayor seña, se encuentra entre la Alameda Central y el Palacio de Bellas Artes. Caminamos, vimos las edificaciones sobre la calle de Madero y escuchamos la plática que nos dieron las guías. En madero 12, se hizo un alto, porque, según Edith Castellanos, ahí estuvo el Casino Americano; también nos detuvimos en Madero 37, porque se supone que ahí estuvo el restaurante Gambrinus, donde Gustavo Adolfo fue hecho prisionero. Tras llegar a la presidencia en 1911, a Madero le llueve una castada de problemas: Al no quedar bien con Dios ni con el diablo, los pobres de este país y los hacendados se le echaron encima, la prensa hizo lo mismo; al no repartir las tierras, Zapata se levantó en armas; al no favorecer a los pobres, Pascual Orozco también hizo lo mismo, en el norte. Ante esta situación, Madero ordenó Huerta combatir a Zapata y Orozco. La élite militar: Bernardo Reyes y Félix Díaz trataron de capitalizar la inconformidad de las fuerzas rebeldes, no pudieron y fueron encarceló por Madero, en lugar de fusilarlos. Desde La Habana, Manuel Mondragón conspiró e hizo amarres para derrocar a don Panchito. Los generales Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz y sus seguidores se levantan en armas, toman Palacio Nacional, liberan a Reyes y Díaz. Los leales recuperan Palacio Nacional y cuando Reyes pretende retomarlo, muere en el intento. Este enfrentamiento dejó 805 muertos; 43 fueron de las fuerzas leales a Medero y 115 de los golpistas, el resto fueron civiles. Los conjurados toman La Ciudadela, donde estaba el depósito de armas y municipios. Ahí se apropian de 8,500 rifles, 100 ametralladoras, 27 cañones, 5,000 obuses y 20 millones de cartuchos. Huerta pactó con los lazados y el embajador gringo, dieron el golpe de Estado, liquidó a Madero y Pino Suárez. Todo ello pasó del 9 al 22 de febrero de 1913. A esos 10 días de terror se le llama la Decena Trágica. Para concluir hay que citar que entre las inocentadas de don Pachito estuvo rodearse de la gente y del ejército de Porfirio Díaz, licenciar a los rebeldes o revolucionarios y no comprar la simpatía del “honorable” embajador gringo. Huerta mandó a las fuerzas leales a ser acribillados por los golpistas que se dieron gusto; en el supuesto intento de recuperar La Ciudadela, murieron 5,500 soldados de Madero.

LEYENDAS DE MÉXICO. Las leyendas mexicanas cobran vida en los pasos del brujo Cristóbal, un viajero de pueblos y ciudades, quien es el protagonista de aventuras con nahuales, brujas, criaturas mágicas de nuestro país, en el contexto de las tradiciones y costumbres. Si le interesa este tipo de literatura, le recomendamos el libro Las aventuras de Cristóbal el brujo, que es precisamente eso, un recorrido por las leyendas de México, editado por Ensamble Comics A.C. Esta es la nueva publicación del Centro Cultural España y en su sede, fue presentada la semana pasada a la prensa. El libro está a la venta en librerías de prestigio y además, estará en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

HOMENAJE A POSADA. El centenario luctuoso de José Guadalupe Posada comenzó lo semana al inaugurarse la exposición “José Guadalupe Posada” en la Galería Abierta de las rejas de Chapultepec. Se trata de una muestra que ofrece un recorrido por el trabajo de uno de los más grandes artistas mexicanos y que presenta 120 láminas: Son grabados que forman parte de la colección del Museo Nacional de Arte y del Museo Nacional de la Estampa, y 48 carteles. La muestra reúne una selección de imágenes que dan cuenta de la importancia del trabajo de Posada, en el marco de la conformación de una cultura visual que permanece vigente hasta nuestros días; muestra de ello es la presencia de Posada en los carteles que forman parte de la exposición.