“Marieta no seas coqueta” es el más reciente libro de Editorial Planeta, del autor Eugenio Aguirre, que se sustenta en una amplia investigación documentada sobre la importancia que tuvieron las mujeres en el movimiento armado revolucionario mexicano y que magnifica el papel de las “Adelitas”.
El autor indicó que “las soldaderas organizan almuerzos, comilonas, bailes y toda clases de fandangos para entretener a los hombres. Otras, como Altagracia Martínez, la Valentina y la Coronela Quinteras, disfrazadas convenientemente para evitar ser aprehendidas por los rurales de la Acordada o los sardos federales, pasan al otro lado por medio de un puente colgante que comunica al campamento con la orilla opuesta del río y van a visitar los hoteles Sheldon y México, husmean el edificio…”.
La novela entreteje ficción y sentido del humor e impregna en sus páginas los olores y sabores con la comida típica, como la machaca, chiles secos y agua de chía.
Sus personajes son “mujeres de hierro” como Adela Rafaela Velarde Pérez de Villegas y Petra Herrera, que son inteligentes, valientes, astutas y decididas, pero Marieta, además de todo esto, vivía sin prejuicios y de forma desenfadada, le gustaba el juego, sexo, “parranda” y armas, rompiendo con los esquemas de una sociedad conservadora. Se sabía bella y aconsejada por Gustavo Madero, su arma era la seducción para obtener la información que se le pedía.
En entrevista con Mi Ambiente, dijo que esta novela tiene sus grandes concepciones de estas mujeres trascendentales en la revolución, como la Adelita y Marieta. Esta última fue muy liberal sexualmente y compartió el petate con infinidad de hombres que fueron grandes espías de los secretos de la época.
Pero tuvieron la mala suerte de que los machistas que escribieron esta etapa de México las denostaron de la historia escrita. Además, de personajes como Pascual Orozco –que estima el verdadero prócer e iniciador de la Revolución Mexicana-; Toribio Ortega, Tomas Urbina –compadre de Pancho Villa-, y Rodolfo Fierro –muy asediado por las mujeres y que fue el primer asesino en serie en la historia nacional.
Aclaró que nunca se debe olvidar que las mujeres fueron destacadas en la época. Petra Herrera, experta en colocar cargas de dinamita, tenía su contingente de mujeres y fue definitoria en la toma de Torreón, Coahuila, así como ser de las primeras y más bravas de la lucha en Ciudad Juárez, Chihuahua, y ser espía que podía entrar y salir de las ciudades para llevarles información a las tropas antes de las batallas.
Marieta, dijo, salió de un burdel de Oaxaca y se acostaba con cualquier hombre y fue una especie de Matahari mexicana. También fue muy singular la historia de carácter de los mil diablos que tenía Altagracia Martínez, quien dejó a su marido para irse a la “bola” con Rodolfo Fierro y se narra que era tal su carácter que en una ocasión le dijo: “tu debes entender Rodolfo que a mí me baja la regla cuando a mí me da la gana”.
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