Mea culpa

«Ningún bruto comete jamás una crueldad. La crueldad es monopolio de quienes poseen el sentido moral. Cuando un bruto inflige dolor, lo hace de un modo inocente, no comete una mala acción; para el bruto no existe el mal. Y tampoco inflige dolor por el puro gusto de infligirlo. Eso la hace únicamente el hombre inspirado por ese ruin sentido moral suyo».

El forastero misterioso
Mark Twain
Obras completas, Aguilar, 1973

El daño, la depredación del hombre sobre los animales, el dolor y la muerte para ellos engarzan generaciones humanas miserables.
La hecatombes comercializadas sustentan la herencia genética del Homo y nuestro saber –en mengua constante– nos lleva al desapego crónico por la poesía; de la literatura sólo extraemos las frases y los párrafos en pro del lucimiento erudito; para la danza rige el prejuicio, para el teatro la extrañeza, para la escultura la burla y para la pintura el calificativo peyorativo.
De la música nos queda únicamente el tormento que no es siquiera reminiscencia tribal, encumbradas las manifestaciones por ser variante en la obcecación temporal, minimizada la valía de las aportaciones con base en la procedencia geográfica y los prejuicios.
Regimos sobre las especies con la destrucción de sus vidas para el consumo de las masas hambrientas que saben de Newton por una manzana ficticia , de un decálogo el motivo para la práctica lamentosa que nos lleva a la holganza y, para conmemorar un natalicio rutilante, levantamos un brote de abeto adornado con ilusiones pasajeras.
Ávidos de ocio, ahítos de necesidades, esperamos la solución venida del empíreo o en el acierto a la elección de un número impreso, inconscientes, a que, en tanto, media docena de tipos paranoicos decidan cuándo empalmar el alfanje justiciero para acabar con todo aquello de lo que se apropiaron al amparo de leyes y reglamentos signados por tipos que hablan del bien común, que, en la Creación esquilmada, mantienen el rito comercial y en su lógica, dar al traste con siglos de evolución y sacrificios de humanos y animales.

Cañada. Acrílica sobre cartulina. 28 x 21.5 centímetros.