Muchas películas nos marcan de por vida, algunas por su producción, otras por el guión, otras porque la actuación nos cautivó; pero pocas películas pueden jactarse de ser consideradas Memoria del Mundo, por la UNESCO. Una de estas películas es Metrópolis, dirigida y escrita por Fritz Lang, retomando la novela escrita por su mujer, Thea Von Harbou, y considerada como la obra más importante del expresionismo alemán.
Me encantaría contarles la historia, pero entonces les arruinaría la oportunidad de ver una película muda de 1927 con una duración de más de dos horas; lo que les puedo decir es que modificó la forma de hacer películas, inspiró a músicos desde Queen hasta Madonna y ha sido objeto de muchas leyendas. Para que no se queden con tanta duda, les resumo que es una película que presenta la lucha entre los obreros y la gente adinerada, el surgimiento de las máquinas, de las grandes ciudades, la pérdida de sentido en la vida, muestra los resultados de la enajenación, la lucha por la vida, el amor, la conciencia, robots, el renacimiento de la era de la razón, ciudades subterráneas, revoluciones, traiciones, infidelidades…
Es verdad, no exagero con todo su contenido; quizá por eso dure tanto, es complicado unir tantos temas; pero, en realidad, es un excelente retrato de los grandes problemas que llegaron junto con la revolución industrial y el siglo XX, de ahí que sea “Memoria del Mundo”. r
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